domingo, febrero 12, 2017

Matilde,
Sozapato
Kalandraka, 2017

Matilde es un libro de pequeño formato que custodia una historia visual (no hay texto escrito) muy bien trabada y muy apetecible para el espectador, infantil o adulto.
Sofía Zapata Ochoa ha pensado todos los detalles de esta historia que ofrece una estructura narrativa, esto es, empieza, continúa y termina y, además, se organiza de una manera muy cercana al lenguaje cinematográfico, ofrece escenas a doble página y viñetas agrupadas. Todo permite que se siga muy bien elrelato puesto que presenta el dinamismo propio del cine o del cómic.
La imaginación, de todos es sabido o debería serlo, es capaz de cruzar fronteras y eso Matilde lo aplica hasta límites insospechados. Partiendo de una historia popular, Sofía Zapata nos habla del pincel mágico, esto es, aquel capaz de dar vida a las criaturas que esboza o pinta.
En una ciudad triste, gris y aburrida, la pequeña Matilde busca cómo romper la monotonía. Le toma prestado un pincel a un pintor y, con él, dibuja una especie de dragón en la pared, el cual cobra vida, para deleite y sorpresa de la niña y desesperación de los habitantes de la ciudad. Cuando todo parece desquiciarse, aparece el pintor que aporta una solución muy del gusto de la pequeña.
Hay que observar muy bien todos los detalles de las ilustraciones, el juego cromático y, por supuesto, los personajes que aparecen en esta ciudad. Seguramente, con cada uno de ellos, se pueda inventar una nueva historia. El lector, en este caso tiene un papel muy importante, ha de interpretar el cuento y ha de contiuarlo porque tiene un final abierto.
Matilda  reivindica la importancia del arte como contrapunto a una sociedad apática, aburrida y, sobre todo, gris. El artista no es un ser endiosado, ni un lujo para unos cuantos, sino que tiene un papel importante en el mundo, ya que es la visión del artista, nueva, sugerente, especial, la que nos permite ser imaginativos, tener esperanza e ilusiones.
El libro se destina a los primeros lectores y es, sin duda, una joyita visual.
 





Las alas del avecedario,
Antonio Rubio - Rebeca Luciani
Kalandraka, 2017

¿Será posible, escribir abecedario con v? No solo será sino que es porque el poemario que estamos reseñando rompe las convenciones y se lanza a una aventura cromática y lingüística llena de sugerencias. Para ampezar, si los protagonistas de este singular viaje a la poesía son aves, ¿por qué no llamarlo avecedario? Así a lo largo de 25 flamantes poemas se asoman a las páginas del libro aves humildes como el gorrión, fastuosas como el quetzal o delicadas como el ruiseñor. Cada ave, por supuesto, tiene sus propias señas de identidad. De ahí que el tono de los poemas cambie según sea el protagonista.
Antonio Rubio, buen conocedor de los secretos del verso, juega con las palabras. Maneja el registro formal, cuando se requiere, pero pasa al coloquial sin ningún apuro y, mientras, antes nuestros ojos, ante nuestra imaginación, se van entrelazando juegos de palabras, onomatopeyas, repeticiones rítmicas,  metáforas, exclamaciones, juegos acentuales y mucha diversión. 
Los poemas permiten, a veces, el diálogo y ceden protagonismo al ave. De esta manera, leemos, en el poema "El Kiwi":
"Y si la madre pregunta:
-¿Dónde está el pollo, marido?
Kiwi padre le contesta:
Apenas salió del huevo,
se fue y ni se ha despedido.
¡Ay, qué desagradecido!".
En el momento de hablar del dodo,  un ave ya extinguida, no deja de lamentarse:
"El dodo, ¡ay, qué pena!,
ya no es...era".
El juego verbal es muy recurrente porque el afán de Antonio Rubio también es lúdico. A la hora de hablar de "El mirlo":
"(Y el mirlo
mirlibustero,
enlutado y pinturero,
casi se quita el sombrero)".
Los elementos musicales son evidentes en los poemas. El herrerillo, el estornino o el negrón, por citar unos ejemplos, son aves que destacan por su sonido:
"Y entre gaita y pitos clásicos,
vuelve al África más mágico".
El juego se acentúa a la hora de rimar y la sonoridad aumenta cuando se escogen palabras esdrújulas como en el poema dedicado a la oropéndola: 
"Y es monógama y esdrújula.
Si te apetece...¡Dibújala!".
No es ajeno Antonio Rubio a la poesía tradicional española ni a la popular, como se observa en el poema destinado a la tórtola:
"Aguardando que mi amor
antes del alba llegara,
aprendí en la Fontefrida
arrullos de enamorada".
Cabe añadir que cada poema viene subtitulado con el nombre en latín del ave. Notamos asimismo influencias de Gloria Fuertes lo cual da aún más valor al poemario. Entre bromas, música, palabras encadenadas, juegos acentuales y mucho ingenio niños y grandes disfrutamos con estas aves, a cual más hermosa, a cuál más sugerente.
Si los poemas ya conforman una cosmovisión especial y única, ya, al añadir las ilustraciones, el festín se multiplica porque si mágicas son las palabras, mágicos son los colores de la paleta de Rebeca Luciani, quien, desbordando luz y color, reproduce las aves, algunas humanizadas, otras tratadas de forma realista. Sea lo que sea, son aves hermosas, con carisma, que posan elegantemente entre las páginas del libro.
Un poemario, en suma, para disfrutar en familia que destina a los niños desde 7 años y que abre los ojos a la naturaleza desde una perspectiva exuberante y siempre siempre motivadora.

sábado, febrero 11, 2017

Leocadio, un león de armas tomar,
Shel Silverstein
Kalandraka, 2016


Hace más de 50 años, el autor e ilustrador del libro que nos ocupa, ya percibió que nuestra sociedad, la sociedad occidental y capitalista, estaba enferma y herida desde el punto de vista moral. Desde entonces, no parece que hayamos avanzado mucho ya que la lectura de las peripecias de Leocadio nos siguen desazonando y pareciendo actuales.
Por supuesto, si es un niño quien lo lee, captará el estilo propio del nonsense y se divertirá con las excentricidades que en el libro se cuentan; lo cual ya es importante, por supuesto. Leocadio tiene mucho que decir a los niños, pero, eso pensamos, aún tiene mucho que decir a los adultos.
El relato es una especie de fábula en la que un león, tras aciertos, ensayos y distintas vicisitudes, acaba dominando, mejor que nadie, el poder del rifle. Leocadio, para salvarse de los cazadores, opta por aplicar, como han hecho con él mismo, la violencia más feroz y asi, poco a poco, va despejando de cazadores su hábitat y defendiéndose de los mismos. No obstante, no acaba aquí la historia porque, en busca del mito de las flores de malvavisco, Leocado acepta ir a la ciudad y trabajar en el circo. Para ello debe humanizarse y lo hace hasta límites tan profundos que acaba sin saber quién es en realidad. Cuando quiere regresar a la sabana, hastiado de los hombres y de él mismo, descubre que ha perdido su identidad. ¿Es un león o un hombre? ¿O no es nada? El drama existencialista del hombre del Siglo XX late en este dilema.
Leocadio describe el drama que supone dejar de ser uno mismo para aceptar lo que viene de fuera. De alguna manera, es una crítica al colonialismo cruel y salvaje. Leocadio solo quiere vivir tranquilo y aprender  porque es, en el fondo, un espíritu tierno e ingenuo que se deja embaucar. Su curiosidad le acaba perjudicando porque se deja seducir demasiado por los cantos de sirena humanos.
El relato está contado por un narrador, el tío Shelby, quien, manejando los recursos orales, se dirige a los niños para hacerlos partícipes de esta singular historia. Y lo hace con gracejo y humor, sin dramatizar, mezclando bromas y veras, y permitiendo que sea el lector, quien, conforme vaya creciendo y entendiendo el mundo que lo rodea, interprete o no la historia. Sea como sea, los lectores siempre están presentes y siempre alerta porque es a ellos, a nosotros, a quienes se dirige este narrador disparatado y excéntrico.
El relato, amplio y muy bien estructurado, nos habla de los orígenes del león y lo acompaña en su peripecia, en sus conocimientos, en sus miedos, en su aparente ascenso y en su huida, aunque nos deja con la intriga de saber qué pasó con él. ¿Dónde está Leocadio? 
En cuanto a las ilustraciones, son caricaturas en blanco y negro muy esenciales, minimalistas, por así decirlo, que exageran, como no podría ser de otra manera, los avatares del león.
Haremos bien en leer este libro, en ofrecerlo a nuestros niños, en comentarlo con ellos y en tratar de entender el porqué de Leocadio y esa melancolía que, escondida tras la ironía y el humor, destila el libro.
La traducción de Miguel Azaola solo puede calificarse de excelente.

lunes, febrero 06, 2017

Els tres porquets,
Adaptació Xosé Ballesteros
il.lustracions de Marco Somà,
Kalandraka, 2016

Els contes tradicionals són plenament vigents i sempre tindran un públic fidel; a més són necessaris per créixer. De vegades, s´han fet adaptacions, s´han canviat els personatges i els punts de vista i això no està malament, és clar que no, però també necessitem que ens recordin l`original i que als primers lectors se´ls ofereixi directament, sense canvis, sense implicacions culturals i sense maldecaps.
Per això agraïm l`adaptació que en Xosé Ballesteros han fet d`aquest clàssic infantil. El conte ens parla de tres germans porquets que s´han d`emancipar, no perquè la mare no els estimi, no, sinó perquè ja han de saber viure de forma autònoma. Cada germà es fa una casa, de palla, de fusta, de pedra i maons. I cada germà té unes prioritats i una forma d´entendre el món. Va des del molt mandrós al molt treballador. De vegades, a la vida, s´ha de dedicar temps i esforços per assolir algun objectiu que és el que tria el germà gran; això no vol dir que no li agradi jugar ni divertir-se, però ha entès que primer s´ha de fer una casa sòlida. Els tres germans tenen una cosa en comú, molta por al llop que, sense dilació, apareix i fa el seu paper i el representa molt bé. Tan bé com els tres germans que, finalment, gràcies a la previsió del gran, es salven i aprenen la lliçó.
No cal fer massa discursos ni disquisicions morals, no són necessàries, els nens entendran perfectament el conte, com ho hem fet sempre, com ho faran sempre.
Aquest cop, les il.lustracions ens presenten uns porquets humanitzats, amb roba i estris humans, que viuen en uns espais prou coneguts pels nens, plens d`imatges quotidianes. Aquesta és una de les grans virtuts de la nova proposta del conte, juntament amb l´expressivitat dels personatges i l`adaptació clara i respectuosa del conte.
Davant de l`adversitat, s´ha de treballar en comú i s´ha de jugar amb l`astúcia i l`enginy. 
Segur segur que els més petits de casa s´ho passaran molt bé descobrint aquesta història i els grans en veuran una nova perspectiva i gaudiran de les il.lustracions. Mai passaran de moda els contes tradicionals perquè formen parta de nosaltres mateixos.
El conte es presenta en castellà, gallec, eusquera, portuguès i italià. La traducció al català és de Maria Lucchetti.

Las pescadoras,
Adaptación: Xosé Ballesteros
Ilustraciones: Nadia Menotti
Kalandraka, 2017

La literatura tradicional comparte una serie de elementos que han penetrado en distintas culturas y permiten que no nos sean ajenos ni los símbolos ni los personajes ni las estructuras. Un cuento tradicional es un pequeño tesoro encerrado en el cofre de las palabras y las emociones. En esta ocasión la simbología la encontramos en el número tres (tres son las protagonistas); pero también en los valores que transmite como el de la amistad.
Las pescadoras ha sido adaptado por Xosé Ballesteros y forma parte de la tradición popular de la India; aunque, como acabamos de decir, no nos resulta ajena ni la estructura ni los personajes ni el mensaje. En esta ocasión no es el niño el protagonista, sino tres mujeres que trabajan en el mar. Cada una realiza una labor, ni más ni menos importante que la de las otras dos. Un día las sorprende una fuerte tormenta y son acogidas en la casa de una florista. Allí pasan las noche, pero se sienten incómodas porque el perfume de las flores les molesta. Ellas prefieren descansar con los olores que han hecho suyos, como el de las redes o los peces. El lector, o el oyente, porque es un cuento para ser dicho en voz alta, puede extrañarse ante la preferencia de las mujeres. ¿Cómo prefieren el olor del mar al de las flores? Es muy fácil, estas tres mujeres aman su profesión, están acostumbradas a vivir entre el agua y la arena y sienten que pertencen a ese mundo, no al de las flores. En la vida, todo es relativo y no hay valores absolutas porque las costumbres o las maneras de entender el mundo no son férreas, sino que dependen de valores subjetivos y culturales. Tan bueno es el olor a flores como el olor a pescado. Sin duda.
El cuento, de por sí hermoso, se presenta de forma muy plástica. La ilustradora, Nadia Menotti, monta una escenografía delicada y sugerente con los personajes a los que añade pequeños objetos de madera, ropa o cartón, por ejemplo, para dotar de profundidad al relato y ofrecer una perspectiva hermosa,  llena de pequeños detalles que nos entran por los sentidos y contrasta con la tradición del texto. Modernidad y popularidad se dan la mano de una forma perfecta.
En suma, Las pescadoras nos habla de los oficios tradicionales, de la amistad, de la solidaridad y de las costumbres sociales; todo ello con una presentación impactante y, repetimos, novedosa. No en balde, el libro ha sido mención del VII Premio Internacional Compostela.
No es un cuento infantil, es un cuento para todas las edades, una especie de apólogo en el que, de una forma u otra, todos nos podemos sentir identificados. Ahora bien, los niños como nadie, por su especial sensibilidad, disfrutarán con las ilustraciones.