lunes, julio 13, 2015

Gatito y las vacaciones,
Joel Franz Rosell - Constanze v. Kitzing
Kalandraka, 2015.

Gatito y las vacaciones es un relato muy oportuno puesto que llega a los niños justo en el momento de empezar las vacaciones. Podríamos pensar que, tras el curso, las vacaciones colman las expectativas del niño, pero no siempre es así, como le ocurre al Gatito, protagonista del relato.
Joel Franz Rosell escribe, de manera muy clara, con una estructura marcada y acumulativa, acerca de otras posibilidades estivales. Los amigos de Gatito hablan de sus planes veraniegos, mientras que Gatito se mantiene callado. Pata se irá a la playa, Conejita a casa de los abuelos, Ardilla se repatirá entre un camping y la montaña, Erizo se irá al extranjero... Ahora bien, pese a que, inicialmente, estas vacaciones parecen estupendas, hay algo que no se le escapará al lector. Los amigos de Gatito tienen ya marcadas sus vacaciones y suena muy bien eso de ir a la playa o al extranjero; pero, el inconveniente, es que no estarán con sus padres o no con los dos a un tiempo. El padre de Pata no puede veranear porque trabaja, lo mismo ocurre con los padres de Conejita; en cambio los de Ardilla están separados y, para colmo, Erizo va a  Inglaterra solo y se alojará en casa de unos parientes lejanos.
Gatito llega a casa y pregunta, uno a uno, a todos los miembros de su familia. Es la madre quien le da la respuesta: "Nos quedaremos aquí, no vamos a ninguna parte". Gatito se siente frustrado, piensa que sus amigos se lo pasarán mejor que él, aunque no ha pensado en algo distinto que le recuerda su madre: la familia de Gatito veranerará junta. Por lo tanto, no importa dónde vayas, sino con quién estés y ese es un mensaje importante e, insistimos, muy oportuno, para los niños.
En plena crisis económica y moral, parece fácil dejarse impresionar por los demás, cuando lo importante es sentirse parte de una familia y saber valorado y querido. A menudo, las vacaciones se convierten en un despropósito en el que se compite a ver quién ha ido más lejos. En tu propia ciudad, seguro, hay tantos detalles que no conoces que puedes aprender a verla con ojos de turista.
Los modelos familiares han cambiado y también las formas de vivir. Lo importante es que cada uno se sienta a gusto con sus decisiones y sus posibilidades. Gatito no viajará al extranjero ni irá a la playa, pero, como le dice su madre, tendrá unas vacaciones fantásticas.
Interesa insistir en un punto. Los compañeros de Gatito no presumen de vacaciones, solo muestran sus planes y, de paso, queda claro, que no hay un modelo mejor que el otro, que las necesidades son distintas y, por lo tanto, también lo es el ocio. Cuando Pata, Conejita, Ardilla, Erizo y Gatito se reencuentren en septiembre tendrán mucho de que hablar. Seguro.
Las ilustraciones de Constanze v. Kitzing muestran, los rostros de los personajes para marcar mejor las emociones. Los ojos, el gesto, la boca son elementos muy importantes en estos dibujos en llos que se muestran los animales, vestidos como humanos, pero sin perder su aspecto animal. 
Los cuentos de animales son muy queridos por los niños y, este, destinado a los pequeños desde 4 años, sin duda, no será una excepción. 
Interesa destacar también que Joel Franz Rosell no opina ni se posiciona porque pretende mostrar que todos los modelos familiares son válidos, que no hay uno mejor que otro. El personaje de Gatito, que aparece ya en otros relatos de los mismos autores, sigue acompañando al pequeño lector, en esta ocasión, en sus vacaciones.

2 comentarios:

  1. Me alegra muchísimo tu lectura. Has visto todo lo que yo quería decir con esta historia.

    ResponderEliminar
  2. Me alegra muchísimo tu lectura. Has visto todo lo que yo quería decir con esta historia.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.