sábado, febrero 21, 2015

Osos / Ossets
Ruth Krauss / Maurice Sendak
kalandraka, 2015

Ruth Krauss publicó en 1948 el texto que hoy comentamos. En un primer momento las ilustraciones eran de Phyllis Rowand. En 2005 volvió a editar el libro, esta vez con las ilustraciones actuales, de Maurice Sendak.
Sendak escoge a un niño, muy parecido al Max de Donde viven los monstruos, para protagonizar el delirio que es Osos.
La historia, como suele suceder en Sendak, se inicia por la noche, cuando un perro le roba el osito de peluche al niño. Este, que no se puede dormir sin su muñeco, lo persigue para tratar de recuperarlo. Y es este viaje lo que se cuenta en el cuento.
El texto, breve, directo y rimado, va cerrando, poco a poco, la peripecia del niño que, por querer recuperar su osito, se encuentra, cara a cara, con todo tipo de osos, en distintas circunstancias y con distintas actitudes, mientras el perro, sin ningún miramiento, sigue escabulléndose con el osito en la boca.
Realmente, gracias a la tipografía, a las imágenes, Osos es un puro juego en donde la imaginación entra en el sueño de un niño para hacerle vivir unas situaciones cercanas al nonsense. Solo el final, en donde, de la manera más curiosa se desvela el porqué del sueño, vuelve al lector a la normalidad. Pero... eso sí, no lo predispone para dormir, ni mucho menos, sino más bien para seguir viviendo aventuras.
Poner un texto ilustrado por Sendak en manos de los prelectores es un acierto y una apuesta por el juego y la diversión en estado puro. Además, texto e imágenes se ensamblan de una manera tan perfecta, que es difícil separarlas.
El humor, las onomatopeyas, el disparate y el juego se sirven a los más pequeños. Una buena forma de hacer que los niños entren en el mundo de la lectura por el camino de la diversión. De esa manera, repetirán.
Sendak es ya un clásico de la literatura infantil y sus textos e ilustraciones lejos de pasar de moda, cada día cobran mayor importancia. Por eso, es un acierto que se reediten sus libros. Cabe recordar que, entre los años 50 y 60, Ruth Krauss y Sendak aportaron frescura a los álbumes ilustrados; de ahí su vigencia.
El libro, editado primorosamente por Kalandraka, pone al alcance de los niños una verdadera joya de la literatura infantil que se presenta en castellano, gallego, catalán, euskera y portugués. No hay excusa, pues, todos a deleitarse con estos osos tan estrafalarios y, hasta cierto punto, excéntricos.

domingo, febrero 15, 2015

Marina (Los hijos del dux, 1)Matteo- Zidrou
Norma Editorial, 2014

Marina es el primer título de una serie ambientada en Venecia. La historia se sitúa entre el S. XIV y la actualidad y nos cuenta la leyenda de la joven Marina, cuya estela aún recogen los gondoleros mientras surcan los canales.
Zidrou y Matteo colaboran, como en otras ocasiones, y logran un texto de calidad, tanto en el texto como en las imágenes.
La historia, como ya hemos dicho, nos lleva de una época a otra a través de unos personajes muy atractivos y que, poco a poco, se van descubriendo a través de sus palabras. Hay que leer con atención el relato y observar los detalles de las ilustraciones que son, insistimos, de gran calidad.
El cómic es un género que no necesita presentación y que cuenta con algunos ingredientes que lo hacen irresistible. Para empezar el impacto visual de un cómic es superior al de un texto escrito tradicional. De ahí que sea una buena herramienta, y con ello no descubrimos nada, para enganchar a los lectores desde el primer momento.
Marina, la joven hija del Dux veneciano, tuvo que vivir unas experiencias límite y, sobre todo, fue víctima de la propia injusticia paterna. Amor, soledad, aventuras, secretos, tesoros escondidos, relaciones personales, obsesiones y mucho más aparecen en las páginas del álbum para deleite de los amantes del género.
Zidrou, cuyo nombre es Benoit Drousie, es el guionista de Marina. Matteo, por su parte, es el encargado de las ilustraciones. Juntos logran un texto ameno, trepidante, lleno de emoción. Una buena manera de acercarnos a la historia a través del cómic.
Los lectores, jóvenes y adultos, disfrutarán de este relato. No hay duda.  Estaremos atentos a las próximas entregas.

lunes, febrero 09, 2015







Maya Papaya,
Ángeles González Sinde - Laura Klamburg,
Edebé, 2014.

Maya Papaya es una niña pequeña, despierta y muy sensible. Su mundo está lleno de pequeñas grandes cosas y, a su lado, todo se convierte en prodigio. Ángeles González-Sinde capta con mucho acierto el universo infantil en donde un pequeño detalle puede desencadenar un aluvión de preguntas, en donde una palabra puede despertar un torrente de sensacions.
Varios son los títulos protagonizados por esta niña pizpireta. El que inaugura la serie es Maya Papaya y la hoja amarilla. En este se aborda una realidad a veces incómoda, pero necesaria, como es la muerte. Maya Papaya descubre un pajarito muerto y no acaba de entender qué le ha pasado. Tiene muchas preguntas y ninguna respuesta. Su abuelo le ofrece un camino enterrando al pajarito en una hoja amarilla y su madre, de manera muy poética, acaba de consolarla, al sembrar semillas de rosal donde está el pajarito que "harán compañía al pajarito bajo tierra". A la niña le entristece no solo el hecho de morir, sino la manera de despedirse de él, que le produce dolor, hasta que, gracias a su familia, aprende, despacito, a crecer.

Otro título es Maya Papaya es la útlima vez que te lo digo. Maya Papaya se queja por todo, no ordena la habitación y no hace mucho caso a su madre. Pues bien, su madre decide ignorarla y dejar que haga lo que quiera. Poco a poco el caos se instala en la vida de la pequeña y, lo que es peor, la tristeza. Maya Papaya descubre, con miedo, el vacío que deja la ausencia de su madre que está, pero sin hacerle caso. La pequeña reflexiona y decide remediar la situación para lograr que su madre vuelva a ser la de antes.
Sucede, a menudo, que los niños se quejan  por las órdenes de sus padres y les gustaría no tener esa presión, pues bien, hay que poner límites, esa es la conclusión. Cuando Maya Papata se ve sola, dueña de su vida, tiene miedo porque sabe que necesita a alguien que la guíe, a su madre.

La serie está ilustrada por Laura Klamburg con unos dibujos precisos, llenos de detalles, luminosos que se centran en los gestos, en las pequeñas cosas, en los objetos cotidianos que rodean a la niña. Son ilustraciones tiernas, algunas muy poéticas, como la que ilustra el primer título y muy cercanas también al universo infantil.
Los libros se presentan en un formato adecuado para los más pequeños.Están escritos en tercera persona, aunque son frecuentes los diálogos y las intervenciones ocurrentes de la pequeña que, a veces, habla con una lengua de trapo que la hace muy cercana y entrañable.
Son libros que ayudan a los niños y niñas a gestionar sus emociones de una manera sencilla, lúdica y muy efectiva.

lunes, febrero 02, 2015

La abuela durmiente,
Roberto Parmeggiani - João Vaz de Carvalho
Kalandraka, 2014.

Todos conocemos la historia de "La bella durmiente" que despierta gracias a un beso de amor del príncipe azul. El pequeño narrador de La abuela durmiente cree que a su abuela le pasará lo mismo porque lleva dormida más de un mes.
¿Qué le sucede a la abuela? Deducimos por las afirmaciones de su nieto que ha enfermado, quizá de alzheimer, puesto que un bien día empezó a hacer cosas raras como arrancar las flores para preparar sopa. A raíz de esta enfermedad, comienza ese sueño que tanto intriga al niño. Y es que su abuela, antes de que eso sucediera, le leía cuentos y le preparaba pizza y él la quería mucho. Mejor dicho, él la sigue queriendo. Por eso va a verla y, para que no se sienta sola, le lee su libro favorito. Después le susurra palabras de cariño y le promete que será él quien le prepare pizza cuando sea mayor. Un buen día la abuela ya no está y su nieto cree que, al fin, la ha despertado el príncipe y se han ido juntos.
La abuela durmiente es un cuento hermoso, sensible y tierno que, en clave metafórica, ofrece respuestas a los más pequeños ante la enfermedad o la muerte. El relato nos sitúa, de manera poética, en un tiempo presente, aunque evoca el pasado, cuando la abuela y su nieto se reían juntos y compartían un mismo sueño. Ahora ese sueño sigue en la mente, clara e inocente del pequeño. Roberto Parmeggiani, gracias a unas frases sencillas, pero muy evocadoras, logra  introducirnos en el universo infantil y permite que, por un momento, niños y adultos compartamos el mismo sueño donde la ausencia pueda superarse con el afecto, donde la enfermedad sea solo un tránsito, donde la muerte sepa comportarse también como un personaje de cuento.La abuela, "vuela alto con las cometas. Nada en las profundidades del mar. Bebe mucha limonada y prepara toneladas de pan". La abuela, al fin, vuelve a ser feliz.
Las ilustraciones de João Vaz de Carvalho son cálidas y muy cercanas. La abuela, con su pelo blanco, destaca en todo momento, mientras que los sueños, las escenas vividas y las imaginadas la rodean para ayudarla a partir.
Destaca el sentimiento leal y profundo de un nieto por su abuela, pese a no entender qué le pasa,  él sigue a su lado, esperando que despierte, tratando de explicarse, con gran imaginación, qué hay tras el sueño de la abuela. El niño no está lejos de la enfermedad, nadie se la esconde, es más, la abuela vive sus últimos días en su casa, rodeada de cariño. El niño no permanece, por lo tanto, al margen del dolor ni del sufrimiento de su familia, solo que extrae sus propias conclusiones, cargadas de magia y ternura.
La abuela durmiente se presenta en cuatro idiomas, castellano, gallego, portugués e italiano. La versión española está traducida, de forma certera e impecable, por Xosé Ballesteros, quien ya nos tiene acostumbrados a sus trabajos concienzudos.
El libro va destinado a los niños desde 4 años y es un canto a una de las figuras más importantes en la vida de todo ser humano, sobre todo en la infancia, la figura de la abuela.