domingo, noviembre 30, 2014




Mª José Millán Pedrero
La mansión Jaspen,
Ediciones Cardeñoso, 2014.

Desde que Mª José Millán Pedrero iniciará en 2012 un taller de escritura creativa impartido por quien escribe estas líneas, ha evolucionado su manera de escribir y ha ido, poco a poco, creando un estilo y unos intereses literarios que, sin duda, van a seguir madurando en los próximos tiempos.
Son ya varios los relatos que se ha atrevido a ofrecer a sus amigos y a sus lectores que empiezan a ser bastantes, Con ojos de turista y Gasca. En esta ocasión, se anticipa a los regalos navideños, con La mansión Jaspen.
La mansión Jaspen  es un relato que ha tenido una dilatada composición puesto que ya en su primera publicación publicaba el inicio del mismo. Después, animada por los amigos y familiares, se decidió a completar el texto.
La mansión Jaspen se organiza en torno a siete capítulos y ofrece un relato de intriga, cercano a Agatha Christie y cargado de acción. El amor, la traición, los secretos, la política y la ambición aparecen en Jaspen, una mansión inglesa en donde algo está al punto de suceder: la desaparición de un objeto muy valioso. Perkins es el investigador, meticuloso, que tomará las riendas del caso y que nos llevará, rápidamente, sin transición, desde la campiña inglesa a la embajada china.
Pensamos que al lector le complacerá este ejercicio literario porque el estilo de la autora es rápido, no se pierde en vaguedades y va, poco a poco, llegando a la solución final. El humor y la flema británica también aportan su granito de arena, sin duda.
El cuaderno se completa con unos poemas de Mª  José quien siente mucho respeto por la poesía pero encuentra que su cultivo puede reportarle muchas satisfacciones.
Esperemos que el ingenio de esta mujer, madrileña afincada en Cataluña, siga compartiendo sus logros con el lector. Estaremos atentos.


Dímelo con los ojos, 
Alfredo Gómez Cerdá,
SM, Gran Angular, 308, 2004.

Primer capítulo


Dímelo con los ojos es un libro de esos que crea adicción a la lectura. No puede dejar a nadie indiferente porque está bien escrito, presenta una acción continuada y se dirige directamente a las emociones de forma certera, realista y sincera.
Laia y Berta acaban de cumplir 18 años y, por fin, harán realidad su sueño: viajarán por Europa en Inter-Rail durante parte del verano. La novela arranca cuando el viaje está a punto de comenzar y el lector puede creer que el narrador va a centrarse en el vieja. Pues no, en obsoluto. Gómez Cerdá empieza y acaba en el mismo punto, puesto que sigue una estructura circular, pero soslaya completamente el viaje ya que la verdadera experiencia iniciática que vivirá una de las protagonistas, Berta, se desarrolla en las semanas previas al viaje.
Berta, además, está pasando por un mal momento porque no se siente a gusto con su cuerpo y comienza a mostrar síntomas de bulimia, que ella, tremendamente inteligente, se obstina en ocultar a todos menos a su amiga Laia, que está muy preocupada, Podría parecer que la novela se centraría en la bulimia, pero no lo hace, aunque tampoco ignora el tema. Va más allá, como dijimos al principio.
Con el fin de conseguir algo de dinero para el verano, Laia y Berta comenzarán a trabajar en un campamento de verano muy especial porque es un campamento de niños y jóvenes autistas. Durante doce intensos días, Berta entrará de lleno en una problemática que ignoraba por completo y que le permite conocer el otro lado de la vida, el menos frívolo y el más real. A Berta le encargan el cuidado especial de Pedrito, un niño, y de Miguel, un joven. Con los dos establece una relación intensa y de los dos aprende mucho más de lo que esperaba. Berta, poco a poco, va entendiendo de alguna manera qué hay detrás del autismo y establece una relación de afecto y de casi complicidad con Pedrito y, sobre todo, con Miguel. Gracias a este deja de vomitar porque se siente mal al hacerlo ya que los ojos del muchacho, extrañados, la persiguen si lo hace.
Dímelo con los ojos se estructura en dos partes, más un capítulo de transición. En la primera parte es el narrador, en tercera persona, quien nos pone en antecedentes. Ya en la segunda, la propia Berta se obliga a escribir cada día no un diario, que no le gustan, sino unas reflexiones personales acerca de su permanencia en el campamento. Son reflexiones íntimas, descarnadas y un premio para el lector.
El amor, el desconcierto, las emociones a flor de piel, las relaciones familiares, la amistad, el autismo, la vida en el campo, la hipoteraria, las dudas personales, la bulimia... son temas que se van dando la mano en el relato y van consiguiendo que el lector, de cualquier edad, se sienta atrapado desde un principio.





La bruja Piruja
Carlos Blanco Sánchez - Daniel Montero Galán
Amigos de Papel, León, 2014.


La bruja Piruja no es una bruja cualquiera, no. Es una bruja atípica porque, por no tener, no tiene ni escoba. Vive, eso sí, en lo más profundo del bosque y viste de manera excéntrica, pero eso a ella le da igual. A Piruja no le interesa ni barrer ni cocinar ni peinarse. Ni le gusta ni sabe. Un buen día se pone enferma y es tan exagerada e hipondríaca que a todos nos parece orír sus gritos. Su fiel cuervo Calixto sale volando en busca del remedio y es el sapo, una especie de médico naturista, quien le da el remedio que, sin chistar, Piruja toma, pero, ojo, ha de prometer no ser mala y lo promete, al menos por hoy. Mañana ya se verá. Además Piruja tiene muchos años, más de 103 y, claro, es lógico que a veces enferme.
La bruja Piruja un álbum ilustrado que edita Amigos de Papel en su colección Hechizos de papel. El texto es de Carlos Blanco sánchez y las ilustraciones de Daniel Montero Galán.
No es un cuento de hadas al uso ni una historia de monstruos más ni un relato iniciático, aunque tampoco deja de serlo, porque La bruja Piruja es un divertimento, ouro juego, pura magia, pura alegría.
Escrito en verso, se ofrece con la estructura de una pieza teatral infantil organizada en tres actos. Interviene un narrador que, en primera persona, va contando la historia. El narrador podría ser cualquiera de los lectores, en un ejercicio metaliterario muy acertado. Los personajes son la bruja Piruja, exagerada, descoyuntada y excéntrica; su fiel Calixto, un cuervo muy activo que está cansado de las fechorías de su ama y el sapo, un médico cachazudo, tranquilo y atento que pregunta antes de recetar y que ofrece varios consejos que a todos interesarán: hay que hacer ejercicio,  comer comida sana y cepillarse los dientes. Aparte de eso, el sapo, a instancias de Calixto debe pensar, y acaba dando con una fórmula magistral, al estilo de los cuentos de hadas.
Los versos de Carlos Blanco fluyen sin tregua. Emplea el arte menor y la rima asonante y se acerca al romance, a los pareados, a las coplas... para introducir a los niños también en la poesía tradicional, la más cercana a la literatura infantil. Gracias a las fórmulas que adopta (llamadas de atención como un juglar, paralelismos, enumeraciones, exclamaciones, anáforas, entre otros recursos) se favorece la memorización, aunque, por supuesto, el texto puede ser leído y ofrecido como una lectura dramatizada.
El léxico es chocante y rompe con lo establecido ya que incorpora términos de la vida cotidiana y los aplica a una situación, en principio, mágica, propia de los sueños y de las ilusiones. Nos podemos imaginar a la bruja quejándose de dolor de tripa, una dolencia prosaica y tomando un sofrito como remedio o escuchamos al sapo despotricar contra las grasas y las chucherías.
 En cuanto a las ilustraciones de Daniel Montero Galán son luminosas, enérgicas, transmiten fuerza y energía y nos causan asombro porque, por ejemplo, nos permiten observar, como en una radiografía, el vientre de la bruja. Daniel Montero pinta con vehemencia y se centra en las expresiones, en los ojos de la bruja, en sus manos, pero también se remansa, como en la ilustración del acto final en donde aparece un niño, el supuesto narrador, durmiendo, a salvo de la bruja, aunque predispuesto para el sueño. En esa ilustración predominan los tonos azules y no los rojizos que son los básicos en el resto de dibujos.
En suma, La bruja Piruja es un buen regalo para las próximas Navidades y encantará a niños y a mayores porque es un texto divertido, fresco y luminoso.

viernes, noviembre 28, 2014



Celebrar en noviembre de 2014, los 400 años de la publicación del Quijote de Avellaneda en Tarragona, significa que las andanzas del hidalgo manchego no están tan alejadas de la actualidad y que la obra del tal Alonso Fernández de Avellaneda, sin alcanzar la calidad de la de Cervantes, es un texto bien escrito, de calidad literaria, con unas cualidades propias.
El 26 de noviembre de 2014 se celebró en Tarragona una Jornada, en el Aula Magna del campus Catalunya de la Universidad Rovira i Virgili, dedicada al Quijote de Avellaneda. Intervinieron tres conferenciantes. A continuación se resumen sus currículos y también sus intervenciones.

La Doctora Milagros Rodríguez Cáceres, de la Universidad de Castilla La Mancha, ha sido profesora de la Universidad de Barcelona, catedrática de enseñanza secundaria, asesora lingüística de la Embajada de España en Brasil y coordinadora de actividades educativas y culturales de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Forma parte, dentro del Instituto Almagro de teatro clásico, de diversos proyectos de investigación en torno al teatro del Siglo de Oro.
Entre sus publicaciones destacan, en colaboración con Felipe B. Pedraza Jiménez, el Manual de literatura española en 16 vols. (1980-2005), Las épocas de la literatura española (1997) e Historia esencial de la literatura española e hispanoamericana (2000).
Del mismo modo, ha prologado y anotado distintas ediciones de libros entre los que destaca, dado el tema que hoy nos ocupa, las que ha dedicado a Don Quijote de la Mancha, tanto al de Cervantes como al de Avellaneda. Ha aportado varias ediciones críticas de Francisco de Rojas Zorrilla (Entre bobos anda el juego, Abre el ojo, Donde hay agravios no hay celos…) a los sucesivos volúmenes de las Obras completas que publica la Universidad de Castilla-La Mancha.
También ha preparado libros de texto y materiales didácticos para diversas editoriales, así como métodos de español para extranjeros.


El Doctor Luis Gómez Canseco, de la Universidad de Huelva, es un gran conocedor de la obra de Cervantes, como se lee en su libro El Quijote, de Miguel de Cervantes (2005), el Dr. Gómez Canseco no podía quedar al margen de esta jornada puesto que en el año 2001 preparó la edición de El Quijote de Alonso Fernández de Avellaneda. Sin querer ni poder ser exhaustivos, la labor investigadora de Luis Gómez Canseco es amplia y dilatada. Gran conocedor de la literatura española del Renacimiento y el Barroco, nos ha regalado ediciones de distintos autores como Rodrigo Caro, Francisco Sánchez de las Brozas, Lope de Vega, Mateo Alemán, por supuesto, el propio Cervantes. Muchos son los artículos que ha publicado también en torno a la literatura española desde la Edad Moderna a la Contemporánea. Son, sin duda, innumerables las publicaciones o documentos científicos-técnicos en los que ha participado, así como su participación en congresos y su implicación en distintos proyectos y trabajos de investigación.


El Dr. Felipe Blas Pedraza Jiménez, de la Universidad de Castilla- La Mancha, presenta, sin duda, un currículum del Dr. Pedraza extensísimo y se hace muy difícil poder resumirlo sin incurrir en vaguedades.
Ha sido profesor de la Universidad de Barcelona, catedrático de instituto y asesor lingüístico de la embajada de España en Brasil. Ha impartido clases, como profesor invitado, en las universidades de Toulouse, Limoge, Londres, Buenos Aires, Milán, La Manouba (Túnez), Montpellier...
Desde 1992 dirige las Jornadas de teatro clásico de Almagro y la colección “Corral de comedias”, que recoge las actas de estos encuentros.
Coautor del Manual de la literatura española, de Cenlit, el Dr. Pedraza presenta una trayectoria académica impecable y ha formado y forma parte de innumerables consejos de redacción e instituciones, así como destaca su participación en diversos proyectos, trabajos de investigación, congresos y jornadas científicas. Gran conocedor del Siglo de Oro español y del teatro barroco y actual, ha publicado más de cien artículos y numerosas ediciones prologadas sobre Lope de Vega, Cervantes, Calderón, Quevedo, Tirso de Molina, el conde de Villamediana, Bernarda Ferreira de la Cerda, Francisco de Rojas Zorrilla.
Ha impartido, asimismo, distintos cursos y seminarios. Es frecuente ver su nombre en antologías y ediciones de libros. Ha escrito y escribe reseñas, recensiones y artículos en revistas especializadas.
No hay que olvidar, por último, que el Dr. Pedraza está muy interesado también en la didáctica de la literatura española, de ahí sus publicaciones sobre el tema y los libros de texto que, solo o en colaboración. Y si nos parecía poco, también se interesa por divulgar el español entre los alumnos extranjeros que quieren aprender el idioma.
Recientemente ha preparado, con Milagros Rodríguez Cáceres, una edición prologada y anotada del Segundo tomo de «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha» de Alonso Fernández de Avellaneda (2014).


Resumen de las conferencias

El texto del Quijote de Avellaneda: una compleja transmisión
Dra. Milagros Rodríguez Cáceres


Por distintos avatares, la edición del Quijote de Avellaneda ha llegado con errores hasta nuestros días. Concretamente hasta el 2008 en que se corrigieron.
Se creía, precisamente hasta 2008, que de esta obra solo se conocía una edición, la de Tarragona. No hay duda de que está impreso en Tarragona, pero hay dos ediciones distintas. La segunda edición es defectuosa y está empeorada porque se hizo con prisas. No siempre sigue fielmente la primera edición que es la mejor.
Nadie se percató de las dos ediciones porque son muy parecidas y tienen el mismo formato. La segunda edición emplea el sistema “a plana y renglón” que consiste en copiar cada página igual. Podían ser imprentas distintas, pero aquí parece que fue la misma imprenta.
Si nos fijamos en la portada ya observamos diferencias y vemos que no está hecha con las mismas planchas.
¿Cuántos ejemplares hay? Solo uno de la primera edición, que está en la Biblioteca Nacional de España, en la colección Cedó y dos de la segunda edición, también en la Biblioteca Nacional. El ejemplar de la primera edición está muy deteriorado, le faltan folios y por eso no se siguió. Esta confusión ha dado lugar a que haya lecturas que estaban bien en la primera edición y son incorrectas en la segunda. Otras son peores e, incluso, hay lecturas distintas. Lo lógico es acudir al original y ver las diferencias. A veces hay errores tanto en la primera edición como en la segunda.


Avellaneda y la invención de la novela por Cervantes
Dr. Luis Gómez Canseco

El Quijote de Avellaneda es un ejercicio de violencia pero también de literatura. Avellaneda fue el principal cervantista del S. XVII. Odiaba a Cervantes, pero le gustaba El Quijote. Sirve para entender cómo se leía esta obra en su contemporaneidad y cómo fue su proceso creativo.
Avellaneda sin duda fue un hombre piadoso, que conocía el latín, tenía nociones de teología y defendía la monarquía y la nobleza. A Avellaneda le molestaba El Quijote porque era corrosivo con la realidad de su tiempo, por eso lo transforma.
El Quijote fue un éxito porque movía a la risa, a la comicidad (golpes, caídas, hidalgo flaco…) y eso es lo que le gusta a Avellaneda, la “sal gorda”, por llamarlo de alguna manera. Avellaneda añadió muchos detalles escatológicos y alusiones sexuales a la obra. En Avellaneda, Don Quijote es un loco maniático que repite la misma pauta: es un loco que cambia continuamente de personalidad. Con Sancho ocurre lo mismo; además, no ni una pizca de amor ni de amistad entre los dos. Sancho es el villano de la época, glotón y ruin.
En la segunda parte del Quijote, el Sancho cervantino dice, refiriéndose a los de Avellaneda, “deben de ser otros”. Además, en la obra de Cervantes, el amor es la razón de ser; en el de Avellaneda no hay amor, no hay Dulcinea, sino una prostituta vieja que se quiere encamar continuamente con Sancho. Además, la acción se traslada a la ciudad porque los protagonistas son nobles (los únicos que entienden el tipo de humor de Avellaneda). Don Quijote y Sancho se terminan convirtiendo en bufones.
¿Cómo funciona el ingenio de los dos escritores? En el texto de Avellaneda se intercalan dos novelas y entre ambas aparece un cuento narrado por Sancho, basado en la primera parte del Quijote. Avellaneda cambia la historia, emplea los mismos nombres (es el relato de la pastora Torralba), pero no cuenta lo mismo. Avellaneda se atiene al esquema del “cuento de nunca acabar”, mientras que Cervantes lo enriquece y reflexiona sobre las maneras de contar historias (la culta y la popular).
El texto de Avellaneda es un libro entretenido que corresponde al modelo de comicidad del momento. La risa de Avellaneda está más cerca del lector del XVI que la de Cervantes. La literatura era un negocio y Avellaneda escribe para vender (los escritores deben escribir al gusto de los lectores y él lo hace).
A Cervantes eso le sentó fatal, aunque “se hizo el bueno” en apariencia, pero responde en la segunda parte (capítulo XXVI) y reafirma su autoridad. Desavellaniza al Quijote y a Sancho (capítulo LIX).
Lo que convierte a Cervantes en Cervantes es la suma de las dos partes. Es en la segunda parte cuando inventa algo más y lo hace gracias a Avellaneda. Ya no es un libro sin más, sino la confesión a los lectores de que Avellaneda se equivocó de modelos y no supo identificar a Quijote ni a Sancho.


Cervantes y Avellaneda; historia de una enemistad
Dr. Felipe Blas Pedraza Jiménez


La primera parte de El Quijote es un éxito editorial. Sus ediciones se multiplican (cinco ediciones en 1605 y siguen en 1607, 1610, 1611… en Bruselas, Milán…). El Guzmán de Alfarache (1604) fue la inspiración de Cervantes. La historia de Don Quijote divirtió a miles de españoles y europeos, desde reyes a analfabetos y todos deseaban una segunda edición.
¿Por qué Cervantes no se lanzó a escribir la segunda parte? Parece que el éxito de la primera parte le reportó beneficios limitados (cobró 1000 o 1500 reales cuando Lope de Vega cobraba 500 por cada comedia vendida). Además, la mayor parte de las ediciones no le repercutían un real.
Por otro lado sintió vértigo y temió decepcionar a los lectores de la primera parte.
Cinco años después, Alonso Fernández de Avellaneda se dispone a cumplir la promesa de Cervantes y el 1610 comienza a redactar la obra, cuatro años después la publica en Tarragona. Avellaneda no hizo algo tan raro ni inusual en la época (por ejemplo, el mito de Orlando, a varias Arcadias, o las Dianas o el propio Guzmán de Alfarache).
Avellaneda sigue la historia donde la dejó Cervantes y él sí menciona el lugar. Argamesilla. Avellaneda sigue el modelo cervantino y le da un sesgo personal. Es un libro ameno, de ágil lectora que se acerca al Buscón de Quevedo (parece que conocía el texto por algún manuscrito). Es también una novela aristocrática, que incluye algunos versos y dos novelas bien contadas.
Ni Cervantes ni la posteridad le han perdonado a Avellaneda que siguiera la historia. Y muchos sectores de la crítica se han empleado con actitud beligerante. El odio a Avellaneda tiene mucho de quijotesco.
Alonso Fernández de Avellaneda creó una obra que merece una lectura atenta y en simpatía y un análisis sereno. Le hizo un favor a Cervantes y a la literatura posterior.
Cervantes tenía otro motivo para no seguir con la segunda parte y es que quería escribir algo más que un texto cómico e hilarante. No quería ser intrascendente, sino una obra seria. De ahí que se encontrase redactando Los trabajos de Persiles y Segismunda.
Por otro lado, en la novela no hay nada que haga pensar en la inquina y enemistad hacia Cervantes, sí en el prólogo. Se puede pensar que el prólogo lo escribió otro, como dice Nicolás Marín, incluso el propio Lope de Vega.
El Dr. Pedraza cree que no es otro autor, sino el propio Avellaneda que ha pasado de la admiración a la irritación al leer el prólogo de las Novelas Ejemplares en donde Cervantes comentaba que estaba ya escribiendo la segunda parte y eso irrita a Avellaneda.
El cuarto centenario de su obra es, de alguna manera, el momento de la firma del armisticio entre ambos autores.





sábado, noviembre 22, 2014






Ícaro,
Federico Delicado,
Kalandraka, 2014.

Ícaro es un libro con una carga emocional amplia y, hasta cierto punto, complicada. Su autor, Federico Delicado se dirige a un lector inteligente, libre y despierto, no a un lector sometido a los estereotipos que marca la sociedad. Por eso es un libro que puede sorprendrer, que puede irritar, incluso, ya que, a menudo, lo que es diferente, se rechaza y se cuestiona.
El protagonista de Ícaro es un niño que está en un centro de acogida, aunque él sabe muy bien de dónde viene y a dónde va. Son los demás los que se obstinan en tratar de ordenarle la vida, en dar respuestas manidas a unas preguntas difíciles de contestar. Lo que no entiende, se rechaza, se soslaya, se ignora.
Federico Delicado muestra dos líneas narrativas y, a la vez, dos tipos de ilustración. Por un lado, el relato luminoso de la transformación de los padres del niño en pájaros y su deseo de volver a buscarlo cuando a él le ocurriese lo mismo. Por otro lado, los asistentes sociales empeñados de creer que todo es fruto de la confusión y de una cierta enajenación mental porque... ¿cómo va a ser cierto lo que el niño cuenta? ¿Cómo pueden ser pájaros sus padres? ¿Cómo él mismo niño puede tener unas señales en la espalda? Como las respuestas son incómodas, se prefiere lo manido, lo trillado, lo cómodo.
Ícaro es un libro metafórico que ahonda en la voluntad personal, que señala que se puede romper con los tópicos y que apuesta por la libertad. En este caso, la libertad de poder volar o, en definitiva, la libertad de que cada uno escoja cómo quiere vivir.
El texto es también un homenaje a Kafka (un personaje, la tía Gregoria, sufre una transformación semejante a Gregorio Samsa); es también una evocación del mito de Ícaro, de ahí el título; aunque en este caso, el joven no ve truncado su sueño y acaba volando o eso es lo que desea el lector con todas sus fuerzas.
 Ícaro ha obtenido el VII Premio Internacional Compostela por álbumes ilustrados. Y no nos extraña lo más mínimo. Las ilustraciones de Federico Delicado son potentes, inquietantes y también conmovedoras. Son imágenes que acompañan al texto y que ofrecen tonos apagados o colores vivos, de acuerdo al relato. Relato e imágenes también sufren una metamorfosis y se fusionan a la perfección ya que ni el texto pierde interés ni la imagen se queda rezagada.
El texto va destinado a los lectores desde 8 años, aunque, como solemos decir, cualquier lector va a disfrutarlo. Aunque quizá no sea así, porque no lo etenderá "cualquier lector", sino solo aquel que crea en los sueños, en la libertad, aquel que acepte las diferencias y que permita que los demás sigan su propio camino, sin imposiciones de ningún tipo. A ese lector, tan necesario, va destinado Ícaro.

domingo, noviembre 16, 2014



El hombrecito vestido de gris y otros cuentos,
Fernando Alonso - Ulises Wensell,
Kalandraka, 2014. 


A El hombrecito vestido de gris y otros cuentos, Premio Lazarillo 1977, la Literatura Infantil española contemporánea le debe, prácticamente, su despertar como género que, en los 80, ya fue eclosión. En una época dura, con la Dictadura muy reciente, Fernando Alonso escribe ocho relatos impecables, sobrios y tiernos. El amor, la solidaridad, la búsqueda personal, la autoestima o el paso del tiempo son temas que, por supuesto, no han perdido ni un ápice de vigencia, al contrario. En este momento convulso que vivimos, cuentos como los de Fernando Alonso que nos devuelven la paz y la cordura, que nos hacen creer en los sueños y en el cambio, son imprescindibles.
Nos parece excelente que Kalandraka apueste por este clásico de nuestra literatura y se lo ofrezca a los niños de hoy para que aprendan a discernir, a escoger libremente su camino y, sobre todo, para que aprendan a valorar las cosas pequeñas de la vida.
Acaso el cuento más emblemático es el que da título al libro, "El hombrecito de gris" y es un relato no solo para niños, sino para adultos, porque nos plantea la opresión que vive un hombre cualquiera en su trabajo, un hombre que tiene ilusiones pero que se le coartan porque no son útiles, porque no dan dinero hasta que este hombre, un día, decide romper con su aparente lugar en el mundo e inicia lo que es su deseo más profundo, cantar,  porque decide que ya está harto del color gris y de esa vida monotóna y tan predecible. La valentía de este personaje se observa en el resto de criaturas de Fernando Alonso, en el barco de plomo que, aparentemente, no encuentra su lugar en el mundo; en la unión de los seres de piedra; en el viejo reloj de Ramón o en la pajarita de papel.
Fernando Alonso crea un mundo en paralelo, para mostrar, mediante símbolos, cómo es, en realidad, nuestro propio mundo. Emplea metáforas, comparaciones, polisíndeton, paralelismos y un estilo muy cuidado porque, aunque se dirige a los niños, no cree que estos necesiten grandes adaptaciones para entenderlo. Fernando Alonso respeta mucho a sus lectores, de ahí que no haga concesiones en cuanto al estilo.
A menudo, no hay una sola manera de ver las cosas y eso lo sabe muy bien Fernando Alonso que más que mirar contempla y ofrece historias en donde la libertad de elección y la solidaridad son importantes, pero también lo es saber contemplar y observar a nuestro alrededor, esos pequeños detalles que suelen pasar desapercibidos.
Ulises Wensell acompaña, con elegancia y acierto, estos cuentos y ofrece ilustraciones esquemáticas, sencillas, a veces esquemáticas, aunque, eso sí, repletas de serena belleza, como la que muestran los relatos de Fernando Alonso.

domingo, noviembre 09, 2014



¡Llega el Sr, Flat! (Arriba el sr. Flat!)
Jaume Copons & Liliana Fortuny
Combel, 2014


¡Llega el Sr. Flat! (Arriba el Sr. Flat!) es el primer título de la serie "Agus y los monstruos" ("Agus i els monstres") que, en catalán y en castellano, ha publicado Combel.
Es un libro con unos ingredientes que, pensamos, entusiasmará a niños y niñas que ya sepan leer y que busquen una historia divertida y ocurrente.
Agus es un niño despistado, desordenado, al que su madre le ha de recordar continuamente que ordene la habitación y que vive un poco ensimismado, en su mundo. A Agus le fastidia su vecina, Lidia, una niña de su edad algo acusica y repelente. El padre de Agus, por su parte, siempre está hablando con el muchacho para tratar de orientarlo, aunque Agus, en las nubes, ni lo oye.
En esta primera entrega, de una forma casual, Agus se encuentra con un muñeco de peluche, en el almacén de la biblioteca de su colegio. La bibliotecaria, a la que ha tenido que ayudar durante un tiempo, se lo regala y Agus, aunque cree que es mayor, se lo lleva porque le gusta. Su sorpresa es mayúscula cuando Agus descubre que Flat no es un muñeco al uso, sino que habla y que tiene una particularidad muy interesante: despierta cuando le cuentan cuentos, Además, Flat está buscando a sus amigos, otros monstruos, que debieron escapar de su libro por distintas circunstancias que el lector descubrirá y que no le dejarán indiferente.
Agus se entusiasma con Flat, pero está al punto de perderlo y eso permite, a los lectores, vivir una primera aventura llena de emoción.
La serie protagonizada por Agus pensamos que va a tener mucho éxito porque la historia es ocurrente y las ilustraciones se integran muy bien en la misma, tanto que no sería posible entender el relato, escrito por Jaume Copons, sin ver las ilustraciones de Liliana Fortuny. Además, la tipografía juega continuamente con el lector para atraparlo con sus cambios.
Los personajes, por otro lado están descritos con humor y, aunque se presentan de forma exagerada, tienen esa chispa que los hace entrañables, como los padres de Agus, el propio Agus, Lidia e incluso su padre, siempre con un delantal impoluto.
En suma,si queréis que vuestros hijos e hijas se enganchen a la lectura, no es mala manera empezar por Angus. El libro es de lectura rápida, se presenta en un formato muy manejabe (con tapa dura) y contribuye al fomento de la lectura infantil.

Otra reseña del libro


Teo y Luna,
Carmen Gil - Jacobo Muñiz,
Bambú, 2014. 


A Teo le da mucho miedo la noche porque cree que, cuando llega la oscuridad, aparecen monstruos, como la bruja o un fantasma. Nadie logra que salga por la noche. Gracias a su amiga luna lo pasa mejor porque la luna ilumina un poco esa oscuridad. No obstante, un día Teo ha de poner a prueba sus propios miedos porque escucha a luna llorar y recibe un singular encargo. La luna no puede dormir, está desvelada porque ha perdido su velo y solo las hadas del bosque de los Enebros pueden tejerle otro, pero, eso sí, ha de ir el propio Teo a buscarlo. A Teo le da mucho miedo y se resiste, aunque es tanto el dolor de su amiga y tanto el amor que él le tiene que, superandónse a sí mismo, decide ir al bosque. La sorpresa mayúscula es que no hay ni vampiros ni monstruos esperándole, sino un paisaje especial, un cielo lleno de estrellas y unos animales preciosos. Teo logra el encargo y se siente feliz porque descubre que, si sabes mirar bien, "la oscuridad está llena de cosas hermosas".

Teo y la Luna es un libro delicioso, destinado a los niños desde 7 años, que ahonda en uno de los temas más importantes para la superación personal, como son los miedos infantiles. En este caso el miedo es a la oscuridad, a la noche, a lo desconocido. Teo logra superarlo gracias al amor que siente por su amiga porque, para él, es más importante la amistad que sus propias limitaciones. La luna, no obstante, no ha perdido el velo de verdad, sino que ha querido ayudar, de esa manera, a Teo.

El texto, escrito por Carmen Gil, es precioso, ya que la autora maneja un estilo poético, que incluye pequeñas composiciones muy cercanas a la oralidad, e imágenes llenas de luz que contrastan, precisamente, con la oscuridad a la que tanto teme Teo. Juega, además, Carmen Gil con las palabras. Un ejemplo lo encontramos en "desvelar". La luna no pierde el sueño únicamente por causas personales, sino de manera física ya que, de verdad, ha perdido el velo; esto es, se ha "desvelado". Sin duda, es una manera de hacer pensar al pequeño lector.

Jacobo Muñiz, por su parte, ilustra el poemario con imágenes aparentemente sencillas y esquemáticas que tratan de reproducir el universo de Teo y aquello que se va encontrando a su paso, las notas del canto del ruiseñor, las luciérnagas, el perfume de los jazmines, los enebros... y, por supuesto, los protagonistas, la Luna y Teo.

El juego, la imaginación, los recursos poéticos y las ilustraciones, entre otros aspectos, logran que Teo y la Luna sea una historia hermosa, cuajada de ternura y muy adecuada para que los pequeños lectores aprendan a mirar en su interior.

Miedo a la oscuridad
 

domingo, noviembre 02, 2014


El caso del manuscrito robado,
Leandro Sagristà,
Algar Joven, 2014.


El caso del manuscrito robado es una novela ingeniosa que combina realidad e imaginación. Podríamos calificarla de novela detectivesca, pero también de historia metaliteraria e, incluso, de relato iniciático. Su autor, Leandro Sagrsità, es profesor de lengua y literarura de Secundaria, y sabe bien cómo dirigirse a un público lector adolescente y crear intriga en torno a un tema literario como es el manuscrito en el que Bécquer escribió sus famosas "Rimas".
La historia nos presenta a un investigador privado, Don Federico Salinas, y a su discípulo, un joven que podría haberse convertido en un pícaro, de no ser por la intervención de Salinas. Gonzalo es un chio despierto, capaz y muy enamoradizo. El caso es que Salinas recibe un encargo muy extraño: descubrir quién ha robado el manuscrito de Bécquer, aunque no sea el propio Bécquer quien realice tal petición, sino unos amigos. Solo en el epílogo, Gonzalo habla de la única vez que vio a Bécquer y de la honda impresión que le causó. Añade además, que bécquer, para evitar que se conociera el hecho, fingió haber reconstruido de memoria sus Rimas en el llamado Manuscrito de los gorriones, aunque, quien lea el libro, sabrá la verdad-
Poco a poco, en primera persona, Gonzalo va tirando del hilo y nos lleva, paso a paso, por los lugares cercanos a Bécquer, Soria, Navarra,  Sevilla, Toledo, Madrid  y en los que se encuentran pistas que van a conseguir desenmascar al ladrón, un joven despechado.
La novela se ambienta en los mismos años en los que vivió Bécquer, por lo tanto el autor hace un esfuerzo importante a la hora de organizar las descripciones de los usos, costumbres y ambientes de los escenarios becquerianos del S. XIX. Algunos inventos, como la linterna mágica, son importantes para solucionar el enigma del manuscrito robado.
El libro es una muestra de ingenio puesto que las pistas aparecen de la manera más casual, a menudo revestidas de falsas informaciones y siempre ávidas de una mente entusiasta y atenta como son las de Gonzalo y su maestro, Salinas.
Sea como sea, El caso del manuscrito robado es una introducción a la figura de Bécquer y una invitación para que los jóvenes lectores sigan investigando después y profundizando en la obra de este gran autor sevillano, del que se mencionan, en el texto, varias leyendas y algunas Rimas.


sábado, noviembre 01, 2014






Cuentos muy peligrosos,
Carlos Romeu
SM, El Barco de Vapor, 169.


Máximo es un chico muy responsable y muy serio al que le gusta pasar cada día sus apuntes a limpio en el ordenador. Su hermana Angélica, en cambio, no opina lo mismo y le ha borrado, sin ningún respeto, sus apuntes al grabar encima algo llamado cuentos infantiles. Máximo trama la manera de escarmentar a su hermana, pero acaba cayendo en su propia trampa y, sin darse cuenta, se ve dentro del ordenador formando parte de esos cuentos que él nunca había tenido en cuenta. El propio Peter Pan le sale al paso, pero Máximo solo desea volver a casa y, cada vez más asombrado, va internándose por una serie de cuentos que, unidos, le causan sorpresa y extrañeza a partes iguales. El ogro, las habichuelas mágicas, la casita de chocolate y su bruja, la propia Alicia y muchos más invanden, sin contemplaciones, el tranquilo mundo de Máximo hasta que este logra regresar a su casa gracias, en parte a su hermana. Tan emocionado está que le promete que, a partir de ese momento, entrarán cada día un rato en los cuentos. Y la entrada será, por supuesto, física.
Romeu escribe e ilustra esta singular historia, destinada a los primeros lectores, desde 7 años. En Cuentos muy peligrosos hace un homenaje, a través de las palabras, de las ilustraciones o de los guiños al lector, de varios cuentos infantiles de todos los tiempos que, juntos, forman una especie de disparate mágico, cercano al nonsense, en el que Máximo se ve envuelto. A partir de esa experiencia iniciática, sospechamos que Máximo ya no volverá a ser ni tan serio ni tan desdeñoso con los cuentos y aprenderá a valorar el universo infantil de su hermana del que él se ha ido alejando de forma equivocada. Romeu nos advierte de los peligros que podemos correr si nos olvidamos de nuestra infancia y del riquísimo mundo de los cuentos.
Pudiera parecer que el ordenador y los cuentos maravillosos no tengan nada que ver. Pues bien, Máximo demuestra que sí, que los dos mundos pueden conectarse. Es más, a partir de esa conexión, decide que ya está bien de emplear su nombre entero, ya que prefiere que lo llamen Max.
El libro se lee de forma rápida, porque es una continua peripecia, en busca del objeto mágico que tiene el poder de liberar a Máximo del ordenador en el que se encuentra prisionero. Mantiene una estructura encadenada hasta que, por fin, logra la solución final, la clave. Las ilustraciones, por su parte, contienen el sello de la genialidad de Romeu quien no solo refleja la historia que escribe sino que va mucho más allá al incluir continuas pistas que nos sumergen en nuevos cuentos.
De verdad que los cuentos... pueden ser muy peligros... y adictivos.