lunes, febrero 24, 2014



Mi abuelo Carmelo,
Dani Torrent,
Kalandraka, 2011.



Mi abuelo Carmelo, escrito e ilustrado por Dani Torrent, evoca la figura del abuelo. El niño protagonista ha crecido, pero no ha olvidado los momentos mágicos que vivió con su abuelo y lo que aprendió con él. Ahora, desde el presente, parece que lo que entonces era muy grande ha empequeñecido porque quien crece descubre que las cosas cambian y las perspectivas también. No obstante, la huella dulce y tierna del abuelo que le enseñó a amar las cosas del campo y a entender sus ritmos sigue fija a la retina del niño, que ya ha crecido.
Las imágenes viajeras, como las golondrinas, los sellos,  van de aquí para allá trayendo noticias y evocando una infancia que permanece viva aún.
El libro, destinado a los niños a partir de 6 años, tiene una clara base metafórica, por eso permite que se potencie la imaginación y la capacidad de fabular que todos llevamos dentro porque, no nos engañemos, es un libro para niños y para niños que ya crecieron. Estos últimos son los que mejor entenderán el mensaje.
El abuelo Carmelo regaba sus plantas y jugaba con el agua de lluvia. Contagiaba a su nieto la alegría de vivir. Ahora, que ya no está, es el nieto quien mantiene sus costumbres y quien, cuando llueve, sabe que es el abuelo el que está regando desde el cielo.
Mi abuelo Carmelo se presenta en forma de álbum ilustrado de gran belleza. Las ilustraciones, hechas a base de láoiz y sombreadas, son realmente hermosas y plácidas. Invitan a la contemplación y al reposo. Invitan al sosiego y a la reflexión. Son imágenes que destacan por potenciar la mirada de los personajes, sobre todo del niño que recuerda. En esa mirada está contenida toda la infancia y toda la melancolía que se siente al evocarla.
Es, en definitiva, un libro precioso, que puede servir para que el pequeño lector entienda, de forma metafórica, pero sin evasivas qué supone la muerte."Mi abuelo Carmelo ya no está. Se ha ido evaporando como los charcos en verano".

sábado, febrero 08, 2014

El monstruo de colores. Cuaderno para colorear

Anna Llenas,

Barcelona: Flamboyant, 2012.





El monstruo de colores, de Anna Llenas es un libro fantástico destinado a los más pequeños que ayuda a poner en su sitio las emociones. Ni más ni menos.

A menudo, no sabemos, ni siquiera los adultos, identificar los estados de ánimo; por eso es bueno que, desde pequeños, se aprenda el difícil arte de convivir con las distintas emociones y sentimientos. De ahí que ese monstruo de colores tan vivo y atípico sea una bocanada de aire fresco para padres, maestros, educadores y niños.

El libro, además, ofrece una posibilidad especial ya que existe el cuaderno para colorear. En 38 situaciones, el monstruo nos sitúa ante determinados momentos y vivencias, algunas cotidianas, otras lúdicas y festivas, incluso negativas, para que el niño trate de colorearlas y darles la emoción de ese momento. Las cinco emociones básicas, nos recuerda Anna Llanas, son alegría, tristeza, rabia, miedo y calma. A cada una le da un color y la posibilidad de que el niño decida el color más apropiado. Por lo tanto, el cuaderno para colorear no es, simplemente, un pasatiempo, sino una herramienta educativa de primer orden, pero que huye de los estereotipos y de los didactismos trasnochados.

Para empezar, el protagonista es un ser que, tradicionalmente, se ha empleado para asustar a los niños: el monstruo. Un monstruo que no da miedo a nadie y que quiere jugar con los niños. Un monstruo que a veces se siente solo, otras alegre, otras nervioso… Un monstruo que permite a los pequeños lectores sentirse sus propias emociones y entenderlas, tarea nada fácil.
El camí de l`amor,
Eva Mengual,
Barcelona: Comanegra, 2014


El camí de l`amor és un conte metafòric que ens ajuda a entendre que, per damunt de tot, ens hem d`estimar i valorar a nosaltres mateixos i no posar tots els afectes i les emocions fora perquè, si ho fem així, mai ens aprendrem a valorar ni creixerem com a persones.

La Máire és una noia que pensa que tota la seva vida és important perquè viu amb la seva parella, en Liam. Poc a poc, la Máire s`ha anat tancant en un món que sembla idíl·lic però que no ho és. Ha perdut contacte amb els seus amics, amb la seva família i amb ella mateixa. Per això, quan Liam li confessa que s`estima a una altra dona, la vida de la Màire sembla que s`esmicoli i que no tingui cap sentit.

L`autora, l`Eva Mengual, bona coneixedora de les psicoteràpies, l`acompanyarà en el procés de retrobament. Poc a poc, la Máire, gràcies a un vell pagès i a la seva amiga de sempre, va veient que la solitud no és dolenta i que hi ha molts tipus d`amor.

L`amor, en definitiva mai desapareix, només es transforma i es va adaptant, però sempre està amb nosaltres si no li tanquem la porta. Per l`Eva comença una nova vida quan trenca amb la seva parella i descobreix, a més, que està embarassada i que, per fi, se sent en pau amb ella mateixa.

El camí de l`amor està escrit en forma de conte i s`estructura en 10 capítols. D`alguna manera és una història iniciàtica perquè la Màire del començament, destrossada i acabada, no té res a veure amb la Màire plena que acarona al seu fill quan acaba el llibre.

El text és molt descriptiu i conté passatges de gran bellesa com poden ser les reflexions que es fan al voltant del cicles de la vida i de les collites. A més, mostra un itinerari de vida i es posa al davant d`una gran veritat: l`amor està dintre de nosaltres.

El llibre és llegeix amb facilitat encara que convida a una reflexió posterior que cada lector haurà de fer en privat. És un text ple de tendresa, molt positiu i esperançat. El podem qualificar de llibre d`autoajuda, encara que, al estar escrit en forma de conte, va més enllà i pot complaure a diferents tipus de lectors. Un bon text, en definitiva.













martes, febrero 04, 2014

Ana Alcolea visita el INS Jaume I de Salou




Ana Alcolea, la autora de libros tan reconocidos como El diario de Carlota, El medallón perdido, El bosque de los árboles muertos o La noche más oscura, ha compartido hoy, día 4 de febrero, sus reflexiones, vivencias y emociones, con un público siempre especial, el alumnado de 4º de ESO del INS Jaume I de Salou.



La autora, antes de hablarnos del libro que se ha leído en el instituto, Donde aprenden a volar las gaviotas, ha querido hacernos una reflexión acerca de por qué leemos y para qué. Al leer, comenta Ana Alcolea, hacemos magia. Los escritores escriben el libro, es cierto, pero no solo ellos lo crean, sino los propios lectores. Nunca se recibe igual un mismo libro, parecería que, si se comenta una lectura de grupo, cada uno haya leído una historia distinta. Y es que, efectivamente, cada lector lo ha vivido de forma distinta. Es evidente que sin el lector no existiría el libro, sino solo el objeto.
Una de las maravillas de la lectura es que, cuando leemos, aprendemos a ponernos en el lugar del otro. Además, cuanto más leamos, menos nos podrán manipular. Y eso es esencial.
Con los libros tenemos una especie de retroalimentación porque quien lo acaba de verdad es el lector ya que es él quien le pone las palabras distintas. Nosotros, como lectores, nos proyectamos en el libro e influimos en la historia.
En cada lectura, además, descubrimos nuevos elementos. Ana Alcolea, por ejemplo, nos ha comentado que ha releído La Ilíada y que esa lectura de madurez no tiene nada que ver con la que hizo cuando era más joven e, incluso, con la que hizo de niña. Y es que, como diría Neruda, “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”.


A continuación, la escritora ha querido desvelarnos algunas de las claves narrativas de Donde aprenden avolar las gaviotas. Para empezar transcurre en Noruega, que es un país que, por razones familiares, le es muy grato a la autora. La casa en la que se inspiró para escribir la novela es su propia casa en Noruega, que está ubicada encima de lo que fue un antiguo búnker en un campo de concentración nazi. Relacionada con la trama aparece la conjura de Telemark, de capital importancia para evitar que Hitler se hiciera con la bomba atómica.
Noruega sufrió mucho en la Segunda Guerra Mundial porque nunca se rindió y fue un lugar muy apetecible, por su situación estratégica, para los nazis. De ahí la figura de Elsa, una de las protagonistas del libro quien tuvo una relación con un alemán por la que tuvo que pagar un precio muy alto.
Ana Mª Alcolea escribió esta novela en el 2004, en muy poco tiempo, después de unas vacaciones de Noruega. La presentó al premio Anaya y quedó finalista. Después, la novela se convirtió en una de las más apreciadas por la crítica y por los lectores. Comenta la escritora, como guiño al público adolescente, que con disciplina se pueden lograr muchas cosas. Quien tiene poco tiempo se organiza muy bien porque el día, realmente, da para mucho.



Añade que ella viaja siempre con un bloc de notas y que siempre parte de algo que le es cercano y querido. Por ejemplo, se siente identificada con la mayoría de personajes de la novela, aunque es Arturo quien la representa mejor.
A Ana Alcolea no le gustan las moralejas, pero sí quiere hacernos ver que en Donde aprenden a volar las gaviotas, los personajes se arriesgan a caer porque, en la vida, siempre hay retos.
Curiosamente, repitiendo sus palabras, hay cosas que nunca sucedieron que no olvidamos y otras que sí han sucedido aunque las hayamos olvidado.
La escritora aragonesa nos ha ofrecido, en definitiva, no solo una lección de literatura, sino una lección de vida.



Reseña en este mismo blog