martes, julio 03, 2012

Eolon, M. T. Ronzoni
Cardeñoso Editores, 2012.


Eolon es la primera novela de M. T. Ronzoni. Publicada por Ediciones Cardeñoso este mismo año, 2012, es una novela que va destinada, en principio, al público juvenil. Decimos en principio porque, como ya es sabido, cualquier lector, al que le interese la ciencia ficción en este caso, disfrutará con las aventuras que se narran en el relato.
M. T. Ronzoni escoge la tercera persona para sumergirnos en una historia que combina varios ingredientes que la hacen muy atractiva, el amor, la amistad, el valor, la nobleza, la lucha contra el mal… y todo ello ambientado entre dos mundos, el nuestro, la Tierra, y Eolon, un lugar que, de alguna manera, tiene que ver con Un mundo feliz, de A. Huxley, porque, como en el relato clásico, en Eolon las personas parecen ser muy felices y, sin embargo, no lo son porque quisieran tener la capacidad de decidir.
Adam es un joven de Eolon que, con su madre, llega a California, huyendo del mundo que Imon ha creado, para su propia gloria, un mundo aparentemente perfecto que esconde grandes diferencias. Imon podría decirse que se cree una especie de dios, capaz de cambiar a los seres a su capricho. El padre de Adam, que es un gran científico, se ha negado a seguirle el juego e Imon lo ha encarcelado. Por eso Adam y su madre llegan a la Tierra, en busca de alguna solución, Erianne, con quien comienza a tener una relación especial, aunque, al principio, se resiste a decirle de dónde viene. Cuando ya no tiene otra opción comparte con Erianne y sus dos amigos gemelos, Polly y Eric, sus orígenes y, juntos, deciden volver a Eolon para liberar a su padre y también a su madre, secuestrada en la Tierra por los esbirros de Imon.
Eolon es una narración fresca y dinámica, llena de diálogos y de elementos descriptivos. El mundo que describe la autora es fascinante, con su flora, su fauna, sus aspectos climatológicos, sus costumbres y sus contrastes.
Eolon también nos habla de valores humanos y muestra el choque entre dos tipos de seres, los hermosos, los creados por Imon, y las pruebas genéticas, los engendros, los desechos, enviados al exilio y que en el relato reciben el nombre de golgans. Cuando los golgans se conciencian de su fuerza son capaces de unirse y ayudar a terminar con la era Imon. Solo así, se podrá vivir en paz.
Por otro lado, el relato es también una novela iniciática puesto que la joven Erianne, de 16 años, que se presenta al principio, no es la misma que aparece al final. Entre medio, han pasado muchas cosas y ella misma se ha dado cuenta de su propia fuerza, que está en su interior. Lo que mueve a Erianne, aparte del amor que siente por Adam, es ayudar a su hermana pequeña, aquejada de gravedad por una extraña dolencia. En Eolon no hay enfermedades y es allí donde encuentra el antídoto para esa enfermedad.
Los humanos y los habitantes de Eolon comparten un mismo ADN, de ahí que sean compatibles, aunque se muestran mucho más avanzados tecnológicamente, como muestra Adam a cada paso, aunque sin ninguna soberbia, ya que valora la amistad por encima de todo.
En Eolon hay momentos de humor, otros de especial intensidad narrativa y episodios emocionantes llenos de afectos. M. T. Ronzoni maneja muy bien los diálogos y permite que el lector conozca a los jóvenes protagonistas a través de sus propias palabras.
Por otro lado, de alguna manera, en el relato, rinde tributo a la cultura egipcia, ya que en Eolon muchas edificaciones tienen el regusto faraónico.
En definitiva, Eolon es una novela que mantiene la atención del lector desde el principio y que va incrementando el ritmo narrativo hasta llegar a un clímax ascendente y, después, a un remanso final. Podría decirse que es una novela abierta y que admitiría una segunda parte e, incluso, una tercera.









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