lunes, noviembre 21, 2011

Charlie y la fábrica de chocolate
Autor:  Roald Dahl
Autor (traducción):  Roser Vilagrassa
Ilustrador:  Quentin Blake
23,5 x 29 cm
20 págs. Tapa dura
A partir de 6 años
Sin IVA: 18,75€
Con IVA: 19,50€
ISBN: 978-84-9825-669-7


“Charlie y la fábrica de chocolate”, de Roald Dahl es la prueba de que los sueños pueden hacerse realidad, de que las casualidades existen y de que la magia es más poderosa que la cotidianeidad. En esta ocasión no se incluye todo el texto, sino un resumen, aunque la historia conserva la gracia y la frescura del original.
Lo impactante de la edición que comentamos son sus ilustraciones y los pop-ups que contiene. Conforme se abren las páginas de este álbum festivo, parece que el lector se sumerja en la fábrica de Willy Wonka y acompañe a todos los niños en su camino por la fábrica de chocolate. Es más, nos parece escuchar la canción de los umpa lumpas. La edición de Combel está llena de pequeñas grandes sorpresas. Favorece la imaginación del niño y lo conduce por un mundo donde hay que aprender a observar los pequeños detalles. Hay, incluso, una reproducción del billete dorado que tan feliz hizo a Charlie y a toda su familia.
“Charlie y la fábrica de chocolate” fue publicado en 1964 y, aunque han pasado más de 40 años, su mensaje sigue siendo original y válido. Enfrenta dos mundos, el de la pobreza llevada con divinidad y el de la riqueza más absoluta. Ambos mundos inicialmente no tienen nada que ver, pero acaban unidos gracias al azar, el destino o la afinidad entre Willy Wonka y el pequeño Charlie. Es también un cuento de hadas moderno, al estilo “La casita de chocolate”, aunque sin bruja mala y con otros elementos que lo acercan más a la ciencia-ficción. Además también contiene una carga moral puesto que los niños que compiten con Charlie presentan  unas actitudes que no los hacen merecedores de la gran recompensa final. Cabe recordar la película basada en el libro, que tanto éxito tuvo hace unos años.
Nos parece un acierto ofrecer este texto a los más pequeños puesto que, así, empezarán a entrar en el universo de R. Dahl y a valorarlo. Además, el aspecto formal del álbum, como decíamos, es realmente soberbio. Un libro dorado, como el billete que la fortuna puso en manos de Charlie; un libro que invita al juego, que permite que el lector interactúe puesto que se le exige que, aparte de mirar o contemplar, levante solapas, abra sobres o mire qué hay detrás de una página.
En suma, esta edición de “Charlie y la fábrica de chocolate” es un regalo excelente para los primeros lectores.






















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