miércoles, noviembre 30, 2011

Los cuadros del tiempo,
Antonio Gómez Montejano,
Barcelona, Magisterio Casals, 2001
(Punto Juvenil, 66)




Carlos es un adolescente rebelde, al que no le interesa nada que huela a cultura. Además, sus intereses van por otro lado, ya que sigue la estética de los cabezas rapadas. Por lo tanto, la visita, con su clase, al Museo del Prado no le atrae en absoluto. Es más, está dispuesto a pasar de ella. Una de sus compañeras y amiga, Laura, trata de hacerle ver que, viendo los cuadros, quizá comprenda algo más de la historia española, pero Carlos “pasa” del tema y se porta fatal. Su profesora le regaña y le pide que los espere. Y es entonces cuando empieza la verdadera historia porque Carlos, extrañado y sorprendido, siente que un fantasma o una sombra comienza a perseguirlo por las distintas salas y solo logra huir gracias a un personaje, el Caballero de la mano en el pecho, de El Greco, que le tiene la mano y lo lleva, ni más ni menos, que a la Toledo Imperial. Y para Carlos empieza la lección de historia más importante de su vida. A través de un viaje lineal, entra y sale de los cuadros y va siendo testigo –y parte activa- de algunos de los episodios más importantes de nuestra historia como el levantamiento del 2 de mayo o la Guerra Civil. Carlos se mueve entre los cuadros del Prado, del Casón del Buen Retiro y del Reina Sofía.
Los cuadros del tiempo es un libro singular, puesto que mantiene un personaje central, Carlos, al que sumerge en distintos momentos de la historia. Es, por así decirlo, un viaje en el tiempo, aunque para Carlos supone una lección de humildad y la toma de conciencia de la realidad que vive. Carlos que nunca se ha comprometido con nada ni con nadie acaba tomando partido y viendo que las injusticias de la guerra le afectan más de lo que creía.
Son muy interesantes los personajes históricos que rodean al personaje central porque actúan como el detonante para que Carlos reaccione. Al lector le resulta interesante descubrir a Goya, o a Zorrila, o a Velarde, por poner unos ejemplos. Los cuadros cobran vida y permiten a Carlos participar de una escena que parecía fija en el tiempo y que, sin embargo, está llena de peripecias y aventuras.
A lo largo de 9 capítulos, se desarrolla la trama de esta novela escrita en tercera persona. Va del Siglo de Oro a la Guerra Civil y culmina con la vuelta a la realidad. Los compañeros de Carlos lo reencuentran en una de las salas y lo que, para ellos ha sido una breve visita escolar, para Carlos ha ocupado un tiempo dilatado, porque gracias a la novela, aprendemos que el tiempo, de verdad, es relativo.
Los cuadros del tiempo, de Antonio Gómez Montejano es una novela llena de guiños a la historia, que trata de presentarla como algo vivo y en continua cambio. Es también un relato iniciático puesto que Carlos, después de esa experiencia, no volverá a ser el mismo chico “pasota” y altanero, sino que habrá madurado y crecido.
Los lectores de 12 años en adelante disfrutarán del relato y aprenderán, de paso, que en toda guerra hay sobre todo pérdidas y dolor, aprenderán que los pequeños gestos son importantes y que, antes de juzgar, conviene conocer la realidad o, al menos, tratar de entenderla.

martes, noviembre 29, 2011


Memoria del Infierno
Blanca Álvarez,
Edebé, Barcelona, 2005, (Periscopio, 87).



La isla de San Simón, en la ría de Vigo, de claras connotaciones poética, fue, en la guerra civil, escenario de torturas, de violaciones de los derechos humanos y de mucho miedo. Ofelia, una chica de 15 años, pasa todos los veranos con sus padres en Redondela, en casa de su abuela. No obstante, el último verano, el de 2001, no iba a ser igual porque Ofelia, por fin, iba a levantar todos los velos de la memoria familiar. De la memoria histórica. De la Memoria. Sin más.
El viejo pescador Tomasín es quien la pone en el camino y quien siembra el deseo de averiguar qué pasó con su bisabuelo Laureano, qué secreto guarda la abuela Rosa. Tomasín le explica cómo Laureano ayudó a muchos republicanos, los salvó de morir, aunque muy bien no se sabe cómo conseguía el dinero. Se dice que gracias a un tesoro que encontró en el fondo del mar, de uno de los galeones que se hundieron. Se dicen tantas cosas. El caso es que Laureano acabó siendo denunciado, torturado y silenciado. Y es su bisnieta, Ofelia, quien pondrá las cosas en su sitio.
Ofelia, gracias a Tomasín, comienza a tejer el tapiz de su propia memoria. Sabe de su tío abuelo Cesarín, del dolor de su bisabuela, que también se llamaba Ofelia, de las fotografías de Perlines y, sobre todo, del dolor que tuvo que callarse, que tuvo que ahogarse en un pozo de miedos. Ofelia, que es joven y capaz, que tiene resolución, pide ayuda a Suso, un chico algo mayor que ella y, juntos, acaban dando en el clavo. Rosa, la abuela, tiene que ceder y aceptar que su nieta remueva todos los recuerdos para, al fin, poder llorar y descansar en paz.
Memoria del infierno es un relato que alude a un tiempo pasado, al tiempo de las represalias, al tiempo de los desaparecidos, pero desde una óptica actual porque lo que no se conoce desaparece y hay cosas que nunca deben olvidarse.
No obstante, el libro contiene otros registros. Ofelia, por ejemplo, la protagonista, es una chica que también se enamora ese verano, que también muestra sus sentimientos y es capaz de unirlos en uno solo, el afán por dar sepultura a su bisabuelo Laureano. Es, por lo tanto, una novela iniciática, pero también histórica porque recrea la memoria sentimental de un pueblo, de unas personas, de una familia.
Hay muchos personajes en esta novela de Blanca Álvarez, reales y evocados; todos tienen su protagonismo especial y todos forman como una especie de coro griego que resalta las cualidades del héroe, en este caso Laureano.
Destacan también algunos elementos simbólicos como el espejo que se vuelve negro, la cruz que guarda el cadáver de Laureano, el propio letrero con el que lo sepultaron y esa caja que guardó en el huerto. No obstante, al desarrollarse en Galicia, también son frecuentes las alusiones al mar, al mundo especial de los marineros y a la magia, esa magia cotidiana en donde las apariciones se aceptan y en donde los muertos no acaban de irse del todo.
Hay, por último, una defensa de las raíces en la propia Rosa, quien habla gallego y quien evoca, en su nieta, un idioma musical que ella quisiera aprender. Por otro lado, los versos del poeta gallego Manuel Antonio son, de alguna manera, la música que suena a lo largo de todo el relato, puesto que fueron versos muy importantes para los personajes, los actuales y los desaparecidos.
La escritora maneja distintos planos narrativos, el evocado y el actual. En tercera persona se va desgranando ese verano de Ofelia, aunque no siempre es la tercera persona narrativa, sino que, a veces, en otro tipo de letra, se acude a la primera persona, a la persona que habla, Tomasín, por ejemplo, quien apela a Ofelia y la insta a buscar, a investigar, le pide que se atreva a hacerlo para poner las cosas en su sitio.
Memoria del infierno es una novela comprometida con el pasado reciente, pero sobre todo con el ser humano, que tiene derecho a su memoria y a sus propios recuerdos. Ofelia crece y madura en ese último verano y pone las bases para su futuro, un futuro, que cuatro año después, en 2004, nos muestra, esperanzada.


El Libro del Bosque: El Tío Tanón, la Tía Tana y la historia de Tanín,
María Josefa Canellada. Ilustraciones: Sandra de la Prada
Oviedo, Pintar-Pintar, 2011.



El Tío Tanón, la Tía Tana y la historia de Tanín es un cuento que evoca tardes al amor de la lumbre, tardes antiguas y hermosas en que los abuelos aún contaban historias, en las que los niños escuchaban con ojos asombrados y en las que el tiempo, ese prodigioso dueño de nuestras vidas, parecía detenerse. Eso y mucho más es el libro que hoy comentamos. María Josefa Canellada (Torazo, Cabranes, 1912) es la autora de este relato. Fue una mujer comprometida con su tiempo y que desde temprano empezó a escribir. Tuvo que abandonar sus estudios de Filología por la Guerra Civil y se dedicó a la enfermería, para ayudar a los heridos. Se casó con Alonso Zamora Vicente y tuvo dos hijos. María Josefa Canellada, al terminar la guerra, pudo concluir y presentar su tesis doctoral, la primera escrita en asturiano: El Bable de Cabranes.
El Tío Tanón, la Tía Tana y la historia de Tanín es el primer cuento de El libro del bosque, un proyecto de colección de libros infantiles escritos en castellano, que le editorial Orión, de Madrid, empezó a publicar en 1944. Le seguirían los cuentos  Suca y El Oso. Sin embargo, como explican en la Editorial Pintar-Pintar, que es la responsable de esta edición actual: “en el primer cuento se anunciaba la próxima publicación de otros títulos que ni la familia de María Josefa ni esta editorial hemos podido recuperar y que desconocemos si finalmente vieron la luz o quedaron perdidos en la penumbra de aquellos años.”
La acción del relato se sitúa en un bosque lejano, a la manera de los cuentos tradicionales, aunque las semejanzas acaban aquí. En este bosque, viven el tío Tanón y la tía Tana, entregados a su trabajo. Viven solos y parece que son felices. Un día les llega el hijo, Tanín, quien comienza a cambiarles las vidas. Tanín crece despierto, juega con todo y es muy observador. No aprende a leer ni a escribir, pero sí a tocar el violín. También reconoce el lenguaje de los animales y se puede comunicar con ellos, porque Tanín tiene un don, es paciente y sabe escuchar.
La autora aprovecha para describir, de manera evocadora, distintos episodios en la vida del bosque, nos habla del oso, de la ardilla, del búho… y de Zenón, “que no era un mago ni un brujo. Era un viejecillo sabio…”. Éste es el universo del Tanín en el que suceden las cosas despacio, sin prisa. Tanín desvela algunos misterios, como el del anzuelo en el fondo del lago y, así, logra pescar esos pececillos plateados. Y aprende a mirar y a soñar. Pero… en Tanín crece la necesidad de salir del bosque, de ver qué hay más allá, de ir a la ciudad. Es como si su mundo se le quedara pequeño; aunque… ¿quién sabe qué encontrará? Si sabe qué deja atrás, a su madre, que penará por él, a sus amigos, a su bosque… pero decide continuar. De alguna manera, El tío Tanón, la Tía Tana y la historia de Tanín contiene una historia tan antigua como la humanidad: la historia de un niño que crece, que aprende, que duda, que toma decisiones que pueden ser equivocadas, pero que son las suyas. Es también un relato iniciático, lleno de sugerencias, de registros, de pureza-
María Josefa Canellada escribe de manera sencilla, pero con elementos poéticos, de un hondo lirismo. Nos acerca al bosque, nos acerca al pequeño gran mundo de Tabín con absoluto respeto y como dejándonos ver un territorio nunca pisado, aún virgen puesto que el terreno propio de los sueños, de la imaginación, de lo ideal.
Los cuentos de María Josefa Canellada no acaban bien, no tienen el típico final feliz, porque son cuentos mucho más profundos que presentan una vida en formación, que aluden a la entraña misma del ser humano, siempre insatisfecho, siempre en perpetua búsqueda como Tanín.
La edición de Pintar-Pintar nos parece un acierto porque es una manera de poner en las manos de los niños de hoy el tesoro de ayer, el tesoro que abuelos y abuelas custodiaban, pero que no siempre se tuvo en cuenta. Es, por otro lado, una edición muy cuidada que está atenta a los detalles. De ahí que cuente con las ilustraciones de Sandra de la Prada que ha sabido, sin duda, captar la magia de las palabras de María Josefa Canellada y hacerlas vivir doblemente, por el propio relato y por las ilustraciones que captan ese escenario medio irreal, medio bucólico, siempre brumoso, en el que Tanín ha sido tan feliz.

lunes, noviembre 28, 2011

En la revista Pizca de Papel se ha publicado hoy mismo la entrevista que el escritor  Jordi Sierra i Fabra tan amablemente me concedió. Sus respuestas son amplias y generosas y anticipan lo que será el año 2012 para este escritor al que podemos calificar como un "todoterreno de la literatura".
Transcribimos la entrevista:




“Creo que en España  tenemos una primera división de autores que tanto da que se  encasillen en la LIJ como que no” (Entrevista a Jordi Sierra i Fabra)




Hablar con Jordi Sierra i Fabra es siempre una lección de humildad porque, ante su capacidad comunicativa, las preguntas no tienen la menor importancia. Jordi Sierra i Fabra siempre es noticia, pero este año, si cabe, aún más. Ha sido reconocido por el Cervantes y acaba de ganar el premio Ciudad de Torrevieja con “Sombras en el tiempo”. Además nos tiene preparadas para el año 2012 tantas novedades que va a ser más difícil que nunca seguirlo. Para este escritor camaleónico, que transmite pasión en todo lo que hace, el próximo año será especial: se cumplen sus 40 años como escritor. De ahí que nos obsequie con sus “Memorias”. Habrá que estar muy atentos, por supuesto. Mientras nos quedamos con sus palabras que, como siempre, ponen el dedo en la llaga y permiten una reflexión seria y honesta en torno a la LIJ y a otras muchas cuestiones.


1. Este año que acaba ha sido muy bueno para ti, a nivel  
profesional. Se te están empezando a reconocer méritos que hasta  
ahora se te negaban. ¿Crees que, por fin, se empieza a valorar la  
literatura infantil y juvenil o aún se la considera de segunda fila  
 en algunos sectores?

Este año ha sido genial en todos los sentidos, como una especie de 
avance de 'los fastos' de 2012, año en el que publicaré mis 
'Memorias', llegaré a los 10 millones de libros vendidos y se cumplirá 
el 40 aniversario de la edición de mi primer libro. Pero ¿hablar de 
méritos o reconocimientos? No sé.
Hace un par de años un crítico de “El  País”  dijo que, por fin, la crítica se rendía a la evidencia y me  aplaudía y reconocía como hacía ya décadas que lo hacía el público.  Eso marcó un punto de inflexión para muchos.
El respeto se gana con  una vida dedicada a merecerlo, y yo ya tengo 64 años, no engaño a  nadie, sigo amando lo que hago y disfrutando como un niño al escribir.  Pero supongo que sigo desconcertando, soy ese tío que escribe tanto 
y que, por consiguiente, no puede ser bueno, o tendrá un ejército de 
negros, o chinos, trabajando para él. ¡Qué gilipollez! Solo los que no 
me conocen pueden decir esa barbaridad. Siempre he trabajado solo.
En cuanto a si se valora o no la LIJ finalmente, creo que en España 
tenemos una primera división de autores que tanto da que se 
encasillen en la LIJ como que no. Hay méritos sobrados en al menos una 
docena de grande nombres, reconocidos incluso internacionalmente. Pero 
me da que siempre, siempre, seremos pasto de la ignorancia, el 
menosprecio intelectual y la indiferencia de muchos. Bastantes de esos 
intelectuales de pacotilla nos deben que nosotros hayamos hecho leer 
a los chicos y chicas de España en los últimos 30 años para que ahora 
puedan leerles a ellos.

 2.  ¿Qué significa para ti estar en el Cervantes?

Bueno, cuando Carmen Caffarel me lo propuso no podía creerlo. 
Pensaba que la RAE y el Cervantes eran monolitos culturales, reserva 
de intelectuales de pro. Así que me quedé un poco conmocionado. 
 Luego, cuando el Consejo de Ministros, a instancias del Cervantes y 
los ministerios de Cultura y Asuntos Exteriores, lo aprobó, acabé de 
creérmelo. Para un tipo sin estudios como yo, eso es alucinante. 
Todavía he de definir mi papel, ver cómo lo vinculo con mi 
 Fundación, todo es muy reciente y desde mi nombramiento no he parado 
de viajar por lo del Premio de Torrevieja amén de estar ahora en 
Colombia.
Sigo pensando que es un honor estar en cualquier institución cultural, 
catalana, vasca, gallega o castellana, da igual, en España o el 
extranjero. Que te llamen, te reconozcan es maravilloso.
El Cervantes  tiene presencia en todo el mundo, 77 sedes repartidas en los 5 
continentes (yo he estado en varias), es una poderosa fuerza a todos 
los niveles, así que es un orgullo formar parte de eso, defender mis 
dos lenguas, catalán y castellano, todo ello sin dejar de ser 
consciente de algo: que me han escogido por representar a la LIJ como 
autor, no solo por ser yo Jordi Sierra i Fabra.

 3.  Acabas de ganar el Premio Ciudad de Torrevieja con "Sombras en  
el tiempo". Es una novela para adultos, ¿eso significa que abandonas 
la literatura infantil y juvenil?

 Veamos, siempre, siempre, suelo publicar una novela para adultos 
al año. ¿Qué pasa, que ahora porque gano un premio sonado voy a 
desertar de todo lo demás? Desde 2008 he publicado “Cuatro días de 
enero” (cuyo éxito desencadenó que siguiera con ese personaje, 
Miquel Mascarell), “Siete días de julio”, “Cinco días de octubre”, 
“El asesinato de Johann Sebastian Bach” y ya tengo escrita “Dos 
días de mayo”, amén de una novela negra muy negra, y preparados los 
 guiones de otras dos novelas de las llamadas adultas. Pero eso, 
comparado con lo que escribo y publico en la LIJ, es mínimo. Voy a 
seguir con mi ritmo de trabajo y escribiendo lo que me pida el 
cuerpo (y como mi cuerpo es muy generoso…).

 4.  Háblanos un poco de esta novela ganadora.

 Cuando empecé con Miquel Mascarell tuve que estudiar a fondo la 
 época en la que se desarrollan sus novelas, fines de los años 40 y 
comienzos de los 50 (yo nací en 1947, así que también eran mis 
 primeros recuerdos). Después de escribir la tercera y pensando en la 
cuarta, me di cuenta de que había un tema que no aparecía en ellas: 
 la emigración. Yo mismo, en los años 60, cuando trabajaba en una 
oficina de una empresa constructora, fui testigo de la llegada 
masiva de emigrantes a Barcelona. Pero es que tenía al lado la 
verdadera historia de esa emigración en los años 40: mi mujer, 
nacida en Barcelona en 1948 pero hija de emigrantes murcianos. Así 
que pensé que eso merecía una novela en sí misma. Ni siquiera tuve 
que investigar nada, ya lo tenía todo, y el guión se hizo casi solo, 
porque llevaba desde 1969 (cuando la conocí) escuchando las 
historias de la llegada de sus padres y tías a Barcelona y sus 
comienzos en la ciudad.
La historia de la novela es inventada, pero   los recuerdos están ahí, y la ambientación, todo. Ha sido uno de los  libros más fáciles de escribir pese a ser el más largo de los que he  hecho hasta ahora (trilogías aparte): 210 capítulos, más de 500  páginas. Para ser fiel a mis principios y no hacer un “peñazo”, todo 
el libro está escrito a base de diálogos. Apenas hay narración. Se 
lee de un plumazo. Así que de pronto la crítica vuelve a descubrirme 
y elogian la novela, que si tiene alma, que si es tal y cual… Por lo 
general los críticos (prensa, radio, TV) cuando van a entrevistar a 
alguien, se leen dos o tres capítulos del libro para saber de qué 
va. Pues bien, en este caso la sorpresa ha sido que se lo han leído 
entero, no han podido soltarlo. Querían leer esos dos o tres 
capítulos y a la que se han dado cuenta ya llevaban cien páginas. 
Nunca me había pasado nada igual, y ha sido en Madrid, Sevilla, 
Bilbao, Valencia, Barcelona... Que la crítica sea unánime es 
 increíble. Eso no significa que el libro vaya a ser un best seller, 
 pero para mí es muy importante. Gente que nunca me había leído o 
decía eso de que ?escribo mucho?, de pronto se rinde a la evidencia 
de que, simplemente, está ante una buena novela. ¿Qué más puede 
 pedir un escritor?

5.  Eres un escritor que viaja mucho. ¿Es algo importante para tu escritura?

 Fundamental, y siempre lo ha sido. Soy un romántico, lo era de niño 
cuando quería ser Verne, Salgari o Kipling y convertir en mundo en 
un inmenso libro, y lo soy ahora mucho más. Para mí viajar tiene 
muchas connotaciones, no solo la de aprender, descubrir, conocer. 
Creo que siempre me he descubierto a mí mismo cuando he viajado. Y 
no hablo de las veces que he estado en peligro, sino de la forma en 
que te humanizas cuando te sientes solitario, humilde y perdido en 
un pueblecito de pescadores de la Polinesia más pobre, o en un “lodge” 
aislado de África o una humilde pensión de Latinoamérica. Ahí se te 
 van todos los humos. Hablas con gente de verdad, los que sobreviven 
día a día, los que no saben de Wall Street ni de la última “peli” de 
Hollywood porque lo suyo es el agua que han de sacar del pozo ese 
día. Pasar de vivir con las estrellas del rock a eso me hizo 
comprender muy bien mi papel en la vida y el que quería desempeñar 
 con mis libros y como ser humano.
Por otra parte, necesito despegar   del suelo constantemente para hacer los guiones de mis libros,   porque en casa escribo, pero no puedo pensar. Soy capaz de aislarme  en aviones, aeropuertos, hoteles, islas, pero no de escribir, de la  misma forma que sólo puedo escribir cada novela en Barcelona o 
 Vallirana. Hoy en día gracias a Internet puedes ver un país o una 
ciudad caminando por sus calles con Google Earth, pero jamás 
captarás la esencia de sus gentes, ni los aromas, ni sus rasgos, si 
no vas en persona.

 6.  Háblanos de tu fundación. ¿Qué proyectos tienes en marcha?

 No me gusta hablar de proyectos, porque luego no se materializan y 
suena a fantasmada. En la de Medellín, donde trabajan ya 50 
 personas, seguiremos creciendo y creciendo. Ganar el Premio 
 Ibby-Asahi 2010 nos dio mucha responsabilidad. Ahora mismo, mientras 
escribo esto o cuando alguien lo lea, habrá dos docenas de chicos y 
 chicas llevando bibliotecas básicas en canoa por ríos o a través de 
 montañas en burros por toda Colombia.
Para 2012 esperamos potenciar  nuestra revista “El Conde Letras”, pero hay una docena de proyectos en   marcha que han de consolidarse. En Barcelona daremos por séptima vez   el Premio Jordi Sierra i Fabra y ojalá que en los próximos tres  meses tenga una muy buena noticia que dar. Mientras, seguiré 
esperando una sede, un local que convertir en el centro cultural que 
ansío.
Me presenté al Premio de Torrevieja, por primera vez, con el 
 ánimo de conseguir dinero, y lo gané, 360.000 euros, pero ahora 
Hacienda me va a dejar a la mitad y vuelta a empezar. Aún no es 
suficiente. Sigo sin ayudas. En Colombia el Banco de Colombia nos 
 regaló un local para la escuela de escritores e ilustradores. Aquí 
nada, todo depende de mis derechos de autor. Pero no me quejo. Las 
cosas siempre cuestan. Cuando las consigues es mejor.

7.  ¿Puedes adelantarnos alguna novedad?

En 2012 mis editores se van a volver locos, como si todos 
quisieran sumarse a las celebraciones de los 40 años y a estas 
“Memorias” que saldrán en abril. Los que se meten conmigo por 
escribir demasiado van a dispararme con “bazookas”. Todo el mundo 
quiere editar algo mío en primavera y lo han concentrado en pocos 
meses. De enero a mayo aparecerá  “El caso de chantajista pelirrojo” 
en catalán y castellano (Grup 62 y Siruela), “Ocultos” (Montena) que 
 es una enorme novela de fantasía de tono marcadamente adulto por el 
 tema, “T/Error” (Oxford),  “El detectiu” (Cruïlla) que es una 
pequeña obra en verso para la serie blanca, “Tú y yo somos cuatro” 
 (Edelvives), “Sonidos del corazón” (Alba), “Soy tartamudo, ¿y qué??” 
(Tandem) y “Quizás mañana la palabra amor” (SM), además de las 
“Memorias”.
 Es el producto de mucho trabajo (hay libros hechos hace 
incluso dos años y tres años) y estoy muy ilusionado con todo ello. 
 Las “Memorias” pondrán orden en toda mi vida y mi producción. En 
 unos días, a comienzos de diciembre, las entrego definitivamente a 
 SM para proceder a la edición final.


 8.  Háblanos de qué te parecen iniciativas como "Pizca de Papel",  
que tratan de potenciar la LIJ "on-line".

Internet se ha vuelto un terreno comanche para todo, y cualquiera 
puede tener su blog y poner a caldo al que quiera o decir que es 
maravilloso, insultar o ensalzar. Falta criterio, y ese criterio lo 
ponen las  de páginas realmente culturales, escritas por 
profesionales, como Pizca de Papel entre no muchas más.
Así que,  mientras los periódicos siguen dedicando solo una página a la LIJ por 
Navidad o el Día del Libro, en Internet esas pocas páginas serias 
cubren el enorme hueco existente. Benditas y bienvenidas sean entre el 
fragor “bloguero”  radical o aficionado.

domingo, noviembre 27, 2011

El pasado día 25 se celebró el Día Mundial contra la violencia de género. En Vila-seca, el Grup de Dones organizó distintos actos como se puede ver en la imagen:
Todos los actos fueron emotivos, pero quien esto escribe tuvo el gusto de participar en una lectura de poemas, por la tarde. Estos son los poemas escogidos y que cada cual extraiga las consecuencias, pero ojalá que este día no tenga ningún sentido. Nunca más.


                                                  Recitando los poemas. Plaza de la Iglesia.
                                                  Foto de Josep Miralles

L’ENGANY
 
Jo sóc la dona forta de la Santa Escriptura.
(Mai no hi hagué més feble, més humil criatura.)
Mai no hi hagué un silenci més compacte que el meu
tancant els camins vívids a més crescuda veu.
Ells em motegen freda, i serena, i valenta.
I estic plena de pànic i de tristor calenta.
Ells són sens rels pregones, i sens força i sens pau.
Ells són el covard sempre, o el dolent, o l’esclau.
Ells són els vents aqueixos que ajuden tota flama,
ells, folls, els gots de l’ombra, la veu tensa que clama.
I jo no sé quin núvol equivocat i estrany
posà en mi l’aigua aquesta, de font que no em pertany.
Però
mai no vaig dir-los: «Companys, també sóc terra.
De flama sóc i d’aigua, d’elements sempre en guerra...»
No els diguí la por meua a la nit, a la mort.
Prop de mi, no sabria que estic morint-me, el fort...
No és l’estil meu, sabeu-ho, lluir per la ferida
                              la vida.
 
(Marya Beneito)


Drap de la pols, escombra, espolsadors,
plomall, raspall, fregall d'espart, camussa,
sabó de tall, baieta, lleixiu, sorra,
i sabó en pols, blauet, netol, galleda.
Cossi, cubell, i picamatalassos,
esponja, pala de plegar escombraries,
gibrell i cendra, salfumant, capçanes,
Surt el guerrer vers el camp de batalla.



                            (Cau de llunes)  Maria-Mercè Marçal



REGLAS DE JUEGO PARA LOS HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A LAS MUJERES


I

El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II

El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.

III

El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V

El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocura ser pájaro.

VI

El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII

El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera,
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX

El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos,
nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI

El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

(Gioconda Belli)

sábado, noviembre 26, 2011

La revista Culturamas publica la entrevista que Ana Campoy tan generosamente me ha concedido. Mi enhorabuena por sus libros, también reseñados en este blog y mi agradecimiento a ella y, por supuesto, a la revista Culturamas.




“Procuro transmitir lo que siento de un modo que “se vea”
(Entrevista a Ana Campoy)

Anabel Sáiz Ripoll

Entrevistamos a Ana Campoy (Madrid, 1979), la joven autora de Las aventuras de Alfred & Agatha, de las que, hasta el momento, se han publicado dos títulos, Los diez pájaros Elster y El chelín de plata. En estas historias, Ana Campoy ha conseguido hermanar dos de sus intereses, el cine y la literatura.
Nos acercamos a Ana Campoy para charlar con ella de estos libros y de otros muchos aspectos. Las respuestas, muy generosas, nos muestran a una mujer apasionada por su trabajo y convencida de la importancia de la literatura infantil y juvenil.


1.            ¿Desde cuándo te dedicas a la literatura infantil?

Siempre fue una inquietud presente en mi vida, porque me encantan los libros para niños, los cuales seguía leyendo de adolescente e incluso ya adulta. Me especialicé más en cine, ya que estudié Comunicación Audiovisual. Pero no fue hasta hace cuatro o cinco años cuando decidí plantearme en serio volver a escribir. Me sumergí de lleno en este mundo y decidí crecer y formarme en él. Hay mucho trabajo por delante si uno quiere tomarse esta profesión en serio.

2.            ¿Eres una buena lectora? ¿Qué ingredientes crees que han de tener los libros destinados a los niños y jóvenes?
Considero que para dedicarse a esto de la literatura uno ha de leer todo lo que pueda y más. Y no solo debe devorar libros, sino también ver películas, series... Cualquier obra que se sustente sobre una estructura narrativa. Procuro tener múltiples referentes. Esta profesión está en desarrollo constante y hay que estar al día.
Respecto a la literatura para niños y jóvenes creo que merecen el mismo respeto que un lector adulto. Se merecen que hagamos bien nuestro trabajo, que les ofrezcamos tramas inteligentes, buenos personajes y lecturas con las que puedan identificarse y disfrutar. Exactamente igual que con los mayores.

3.            ¿Cómo surgió la idea de Alfred y Agatha?
Todo parte de una anécdota real protagonizada por el propio Alfred Hitchcock. En el libro Conversaciones con Hitchcock escrito por François Truffaut, Alfred comentaba que de pequeño su padre le metió en la cárcel a modo de castigo. Es un punto de partida ideal que fue creciendo a medida que investigaba sobre su vida y su obra. Y gracias a otros referentes como las películas El secreto de la pirámide o Mary Poppins, llegó la idea de incluir a Agatha y desarrollar ambos personajes.

4.            Comenta qué admiras de los dos personajes protagonistas de tus dos últimas novelas.
Sobre todo admiro su capacidad de crecer y de desligarse de los referentes reales. Al principio Alfred y Agatha estuvieron inspirados en Hitchcock y Christie de una manera muy íntima, pero a medida que sus historias van sucediéndose y sus tramas van avanzando, he llegado a la conclusión de que los dos han conseguido hacerse con una personalidad propia.
Ambos me caen bien. He intentado darles atributos lógicos basados en lo que se cuenta en sus biografías. Agatha y Alfred están vivos, tienen capas. Diría que casi pueden respirar. Van superando sus temores y están cobrando vida de manera sorprendente. Poca gente sabe cómo era Hitchcock en la vida real. En cambio sí puede saber cómo es la personalidad de Alfred.
5.            ¿Estás pensando en nuevas aventuras de estos dos personajes?
¡Por supuesto! Hay Alfred y Agatha para rato. De hecho, ya hay escrita una nueva aventura que verá la luz la próxima primavera. Y en estos momentos me pillas escribiendo la siguiente.
6.            Comenta qué valor das tú a los premios literarios.
Los premios son un modo de dar a conocer la obra de un autor y de promocionarle en el mercado. Por lo tanto, son importantes, claro que sí. Pero creo que no debemos sentarnos en nuestra butaca de casa y tirarnos a la bartola a esperar que nos lluevan los premios. La obligación de un escritor es escribir (tal y como dice Sir Arthur en El chelín de plata, jaja), y cuando acaba con un texto ha de ponerse de inmediato con el siguiente.
7.            Si tuvieras que calificar o definir tu literatura cómo lo harías.
Yo creo que mi modo de escribir tiene mucho que ver con esa formación cinematográfica que he comentado antes. Concibo el arte de contar historias como un todo en el que cualquier referente tiene cabida. Como provengo de guión,  primero estructuro antes de ponerme a escribir nada y después me lanzo a contarlo. Y respecto al estilo… tal vez soy bastante visual. Cuando escribo es como si tuviera una cámara en la cabeza. Y procuro transmitir lo que siento de un modo que “se vea”.
8.            ¿Cómo se te ocurrió que Conan Doyle apareciera en la segunda entrega de las aventuras de Alfred y Agatha?
Mi relación con Conan Doyle es tan casual que podría contarse en otra novela. Su implicación en el segundo caso de Alfred y Agatha fue a raíz de una anécdota que leí en un artículo de prensa. En él se explicaba que cuando Agatha era adulta, desapareció sin dejar rastro durante unos días, y que como Conan Doyle era consultado por la policía en los casos difíciles, fue uno de los encargados de buscarla. Al final este hecho real no aparece en la historia, pero sí que fue un punto de partida del que ir tirando.
Y lo que te contaba respecto a Doyle y a mí misma es que, por azares de la vida, los dos compartimos la misma casa. La explicación es que con 19 años me fui a estudiar a Edimburgo y curiosamente, el edificio en el que yo vivía, perteneció a la familia de Doyle en el siglo XIX. Así que puede decirse que fuimos compañeros de piso, aunque en diferentes épocas, eso sí. Me parece un detalle muy casual y muy mágico que años después yo haya acabado escribiendo una novela en la que él apareciera.
9.            ¿Has visitado los escenarios que aparecen en tus novelas? ¿Crees que es necesario hacerlo?
Siempre que escribo necesito meterme en la piel de los personajes. En su entorno, en lo que perciben, sienten, piensan, huelen… Es algo que me queda de los años en los que hacía teatro. Una especie de Stanislavski literario. Para eso es muy útil el Google Street View, que no es por hacer publicidad, pero me parece una herramienta maravillosa en estos casos. Los escritores del siglo XXI somos muy afortunados de contar con algo tan eficaz como Internet para documentarnos. He estado en Londres un par de veces, y la última procuré visitar aquellos entornos en los que me había inspirado para situar las novelas. Aunque también he de decir que la realidad a veces decepciona. Ese Londres de 1910 no tiene nada que ver con el actual, aunque hace ilusión visitarlo. A veces lo que te imaginas en la cabeza es más poderoso y tiene más fuerza. Y con eso te quedas.

10.          Cuando escribes, ¿piensas en la edad del lector o crees que eso es secundario?
Siempre has de procurar amoldar lo estrictamente técnico del lenguaje a la capacidad lectora del niño. Y por supuesto, la temática. Hay analistas de literatura infantil que basan sus trabajos en esto, ya que la mente literaria de un niño aún está por formar. Considero que la literatura infantil merece ser respetada por su complejidad. Por la dificultad que tiene de lograr transmitir sus mensajes, de amoldarlos a una amplia tipología de receptores. Un adulto lo entiende todo. Su cerebro ha madurado. Y en teoría es más fácil llegar a él, por eso la innovación está más abierta. Con un niño hay que tener en cuenta muchos factores que con un adulto no son importantes. Por eso escribir para niños es difícil, aunque a la vez, es apasionante.

viernes, noviembre 25, 2011

CUANDO EL CARACOL Y QUINCE MÁS
EDELVIVES, 2009, Ala Delta, 64



            “Cuando el caracol y quince más” es un ramillete de 16 cuentos dirigidos, por ajustarse a la colección, a niños a partir de 8 años, pero, como siempre decimos, la lectura no tiene edad, por fortuna. Sería muy triste que a los mayores se nos privara de leer aquellos textos destinados a los pequeños y viceversa. Esta posibilidad, digna de un cuento de ciencia ficción, tal vez sería un buen tema para que Daniel Nesquens inventara unos personajes curiosos y les diera vida en un mundo al revés.
            Los cuentos de Daniel Nesquens están llenos de humor y de sorpresas porque no son historias usuales en el sentido clásico del término. No responden a una estructura clara de presentación, nudo y desenlace, sino que se desarrollan en un corto espacio de tiempo, la mayoría de los casos, y nos ofrecen como un destello, algo que le sucede a un personaje y que nada tiene que ver con las situaciones habituales.
            Así, a una bañista la toman por muerta –cuando se hacía el muerto en el mar- y la rescata un pesquero; un par de payasos han perdido el gancho con el público y deciden volverse a calzar sus viejos zapatones para hacer reír de nuevo; dos niños se juegan cara a cruz quien baja la basura y pierden la moneda; un ratón es indultado por el gato pero muere atropellado –o casi-; un elefante equilibrista es felicitado por las hormigas; una víbora decide ayudar a los demás y está deseando que le indiquen el lugar de la Osa Mayor; una familia de siete pronto se convertirán en una de ocho; un agaporni está empollando la sorpresa del huevo Kinder... y así sucesivamente.
            El cuento que da título al relato, “Cuando el caracol”, es un ejemplo de adaptación del tiempo al ritmo del relato o, mejor dicho, al ritmo del caracol quien hace sus actividades con total parsimonia, mientras el mundo sigue su vida habitual. Al caer la noche, el caracol decide que mañana irá de excursión, pero, añade el narrador con ironía: “No muy lejos, eso sí”. La ironía y la diversión están presentes en estos relatos cortos que pueden leerse varias veces porque a cada lectura se captan distintos matices.
            Son cuentos llenos de gracias, con algún diálogo y, como hemos dicho, situaciones disparatadas que rozan el nonsense e, incluso, tienen elementos propios del surrealismo, ¿qué otra cosa es, si no, un gato volador que aún conserva sus siete vidas?
            “Cuando el caracol y quince más” puede crear lectores y eso siempre es bueno. Las ilustraciones, por último, de Elena Queralt ponen pinceladas, en blanco, negro y gris, a los cuentos de Daniel Nesquens. La portada, eso sí, está lleno de color e invita a imaginarnos cómo ese caracol del que habla el primer cuento.














































































martes, noviembre 22, 2011

El escritor asesino,
Blanca Álvarez,
Barcelona, Edebé, ( 8 2005). Periscopio, 46.




Jaime es un joven que, en principio, tiene la vida asegurada. Sus padres están separados y él vive con su padre en una zona residencial sin ningún contratiempo hasta que su mundo se fractura. El padre de Jaime, un escritor de moda, mujeriego y pretencioso, es acusado del asesinato de la última de sus conquistas y, a partir de ahí, comienza el verdadero desarrollo personal del muchacho quien, con la ayuda de una amiga, Carlota, deja atrás su confortable burbuja y descubre que, más allá de su casa, de su escuela, de su pequeño mundo, late otra realidad, acaso más peligrosa, menos cómoda, pero también mucho más interesante. Cabe señalar que el personaje del escritor siempre se conoce de forma indirecta
El escritor asesino, de Blanca Álvarez, es una novela de suspense, ya que Carlota y Jaime se dedican a investigar, de una forma no siempre ortodoxa, qué cabos sueltos hay en la investigación que ha condenado al escritor. No obstante, este aspecto, que es el hilo conductor del relato, no es lo más atractivo de la novela. Para nuestro gusto, lo mejor de la novela es la capacidad de la autora de entrar en la mente y el corazón de un adolescente y saber reproducir, sin fisuras, sus pensamientos. Jaime escribe en primera persona, de manera retrospectiva y recuerda el momento en que su padre vivió en la cuerda floja, no obstante ya advierte que todo se solucionó y, pese a ello, el lector tiene curiosidad y sigue leyendo. Ése es un mérito excepcional en una época en que la prisa parece ser el valor más preciado.
El escritor asesino es, en definitiva, una novela iniciática en donde un joven aprende a valorar lo que tiene, a mirar con otros ojos a su alrededor y a incorporar nuevos amigos y experiencias. Para Jaime participar en la resolución del conflicto de su padre es algo crucial, un punto de inflexión en su vida, ya que es la primera vez que hace algo importante. Hasta ese momento: “… yo tenía la sensación de vivir en una nube, en algún lugar irreal, inventado por otros y sin que yo hubiera elegido ese papel. […] Tal vez sea cierto que nos lo dan todo tan preparadito como una papilla para bebés y no acaban de crecernos los dientes. Lo malo es que nos crece la indolencia”.
La novela, por otro lado, es también un ejercicio de higiene acerca de los misterios de la literatura. El padre de Jaime es un escritor muy leído, aunque no todos en su profesión opinan lo mismo y, como bien se pregunta su hijo, “¿Quién decidía lo que era literatura con mayúsculas o pura estética de almanaque, como decían algunos de los críticos que mi padre leía?”.
El escritor asesino, por otro lado, nos introduce en distintos ambientes. Va de un lado a otro, por un Madrid que a Jaime, a menudo, le resulta desconocido. Se introduce en las agencias que investigan lo que sea sin pedir muchas explicaciones. Sabe de los anticuarios. Conoce el ambiente nocturno de la ciudad y aquel otro ambiente de la llamada “gente guapa" que, como la presunta víctima del escritor, tienen mucho qué ocultar en la trastienda, pese a sus aparentes vidas de éxito.
Blanca Álvarez escribe una novela equilibrada, no exenta de humor, en la que todas las piezas se van dando la mano y en la que no hay resquicios. Jaime es quien tiene la última palabra y quien recompone el puzzle de esos días en los que su padre estaba preso, acusado de asesinato.
La amistad, las falsas apariencias, el honor, la complicidad, el humor, la superación de los estereotipos y muchos otros aspectos son importantes en El escritor asesino.
Una novela, en suma, rápida y vibrante, pero también reflexiva y muy bien construida. Hay que añadir que la edición que se está comentando es la octava, por lo tanto, sigue siendo una obra muy leída y… valorada. Y con motivos.

lunes, noviembre 21, 2011

Charlie y la fábrica de chocolate
Autor:  Roald Dahl
Autor (traducción):  Roser Vilagrassa
Ilustrador:  Quentin Blake
23,5 x 29 cm
20 págs. Tapa dura
A partir de 6 años
Sin IVA: 18,75€
Con IVA: 19,50€
ISBN: 978-84-9825-669-7


“Charlie y la fábrica de chocolate”, de Roald Dahl es la prueba de que los sueños pueden hacerse realidad, de que las casualidades existen y de que la magia es más poderosa que la cotidianeidad. En esta ocasión no se incluye todo el texto, sino un resumen, aunque la historia conserva la gracia y la frescura del original.
Lo impactante de la edición que comentamos son sus ilustraciones y los pop-ups que contiene. Conforme se abren las páginas de este álbum festivo, parece que el lector se sumerja en la fábrica de Willy Wonka y acompañe a todos los niños en su camino por la fábrica de chocolate. Es más, nos parece escuchar la canción de los umpa lumpas. La edición de Combel está llena de pequeñas grandes sorpresas. Favorece la imaginación del niño y lo conduce por un mundo donde hay que aprender a observar los pequeños detalles. Hay, incluso, una reproducción del billete dorado que tan feliz hizo a Charlie y a toda su familia.
“Charlie y la fábrica de chocolate” fue publicado en 1964 y, aunque han pasado más de 40 años, su mensaje sigue siendo original y válido. Enfrenta dos mundos, el de la pobreza llevada con divinidad y el de la riqueza más absoluta. Ambos mundos inicialmente no tienen nada que ver, pero acaban unidos gracias al azar, el destino o la afinidad entre Willy Wonka y el pequeño Charlie. Es también un cuento de hadas moderno, al estilo “La casita de chocolate”, aunque sin bruja mala y con otros elementos que lo acercan más a la ciencia-ficción. Además también contiene una carga moral puesto que los niños que compiten con Charlie presentan  unas actitudes que no los hacen merecedores de la gran recompensa final. Cabe recordar la película basada en el libro, que tanto éxito tuvo hace unos años.
Nos parece un acierto ofrecer este texto a los más pequeños puesto que, así, empezarán a entrar en el universo de R. Dahl y a valorarlo. Además, el aspecto formal del álbum, como decíamos, es realmente soberbio. Un libro dorado, como el billete que la fortuna puso en manos de Charlie; un libro que invita al juego, que permite que el lector interactúe puesto que se le exige que, aparte de mirar o contemplar, levante solapas, abra sobres o mire qué hay detrás de una página.
En suma, esta edición de “Charlie y la fábrica de chocolate” es un regalo excelente para los primeros lectores.






















domingo, noviembre 20, 2011

                                           A. Sáiz: "A Cocinar"


La cocina y la literatura: una pareja feliz

En 3º de ESO A, en la clase de los viernes, que es a última hora, de 13 a 14, hemos decidido demostrar que la literatura no va reñida con la comida y que, ambas, forman un buen equipo. Así, cada viernes dos de los alumnos nos obsequiarán con un plato realizado por ellos mismos –o con ayuda…- y, aparte de comerlo, habrá que reflexionar acerca de algunas cuestiones que reproduzco a continuación.
¡Nunca la última hora de clase habrá sido tan gustosa!

Éstas son las actividades:


  1. Explica la receta del plato que has traído a clase:
    1. Ingredientes
    2. Modo de elaboración
    3. Sugerencias
    4. Origen del plato.
    5. Otros platos que se pueden realizar con alguno de los ingredientes.
    6. Valor nutritivo del plato (en qué lugar de la pirámide alimenticia está).
  2. Di por qué has traído este plato y quién lo ha hecho. Comenta por qué te gusta más que otro.
  3. Presenta a tus compañeros el plato antes de que lo degusten: señala su sabor, sus particularidades y trata de crear expectativas.
  4. Tras la degustación ve a estos dos enlaces:


Y haz las siguientes actividades:

1.      Escoge dos ingredientes fundamentales de tu plato y mira si aparecen en las etiquetas de los blogs.
2.      Busca los textos que aluden a estos alimentos.
3.      Léelos y escoge dos textos.
4.      Señala qué textos son, el autor, la obra, el género y di qué te sugieren.
5.      Señala las ideas básicas de estos dos textos.
6.      Localiza información de sus autores.
7.      Si tienes curiosidad, lee la obra entera (harás la ficha de lectura correspondiente)

  1. Realiza una fotografía a tu plato para colgarla en el blog de clase.

  1. Escribe una historia en la que el plato que has elaborado tenga un papel principal.