lunes, septiembre 26, 2011

Misterios, S. L.
Francesc Gisbert,
Alzira, Algar, 2010



Francesc Gisbert (Alcoy, 1976) firma este libro de misterio e intriga que obtuvo el VIII Premio de Narrativa Infantil Vicent Silvestre. Misterios S. L. se incluye en la colección Calcetín Azul, de la editorial Algar y va destinado a lectores desde 12 años. Un año más, 13, tiene la narradora del libro, Alicia, quien, por motivos laborales de sus padres, tiene que cambiar de residencia e irse a vivir al pueblo, con su abuela. La abuela vive con una hermana, la tía Sofía, una mujer de carácter desabrido y maneras antipáticas, aunque… con un secreto que la hace más que singular. Alicia descubre, asombrada y perpleja, que la tía Sofía, una aparente vieja solterona agriada, es, en el fondo, una detective sagaz. Sofía con su perro Poirot y sus grandes dotes de observación logra desentrañar los misterios más ocultos que escapan, incluso, a la policía.
Alicia decide recoger en Misterios S. L., seis de los casos más interesantes que su tía-abuela resolvió. Entre Sofía y Alicia se establece una especie de acuerdo tácito por el que ambas se entienden. Alicia colabora con Sofía y, a cambio, ésta la obsequia con clases magistrales en torno al mundo de la investigación privada. Y es que para Sofía no hay un caso más importante que otro. A ella le importa todo. Es tan curiosa que hace de su curiosidad un arte. Además tiene una baza escondida con la que juega continuamente y es su apariencia de mujer mayor, bajo la que esconde una potente mente capaz de analizar los datos más simples y escondidos.
Misterios S. L. es, por lo tanto, un conjunto de relatos escritos en 1ª persona por Alicia quien aprende a valorar a su tía y acaba aceptando que, bajo su apariencia hostil, se esconde una persona capaz de descubrir los mayores enigmas. Con Sofía vivirá grandes aventuras e, incluso, participará en la resolución de casos peligrosos, todo sin mover ni una ceja, porque Sofía solo emplea –o ni más ni menos- el método de la observación sistemática que le lleva a deducir y a resolver los casos. Además, conoce muy bien el alma humana y sus misterios.
El libro está lleno de descripciones curiosas, de alusiones a personajes dispares y de mucha gracia porque Alicia lo narra todo, con la precisión y la inocencia de sus 13 años, aunque sin olvidar una buena dosis de ironía.  Cada caso forma una unidad independiente, con un principio y un desenlace, siempre positivo.
 Pensamos que la tía Sofía y su sobrina Alicia forman un buen equipo, el cual, es posible, vuelva a trabajar de nuevo. Uno de los valores del libro, precisamente, es el desmitificar el rol de las personas mayores que, en el caso de Sofía, poco tiene que ver con su apariencia. Además, permite demostrar que la relación entre una anciana y una niña puede ser más que enriquecedora, como le ocurre a Alicia.

















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